Durante la jornada del domingo se anunciaron los resultados de las elecciones federales en Alemania, resultando como ganador el partido Alternativa por Alemania (AfD) de extrema derecha. Desde la Segunda Guerra Mundial que una coalición de esta tendencia política no ganaba en unos comicios.
Por Fast Check CL
Durante el pasado domingo 1 de septiembre se llevaron a cabo las elecciones federales en Alemania, en las cuales obtuvo una histórica victoria el partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD).
Las elecciones federales en Alemania, se celebran cada cuatro años, va determinando la constitución del Bundestag, el parlamento del país. Los ciudadanos eligen a los miembros del Bundestag con dos votos: uno para un candidato local y otro para una lista de partido. El partido con mas bancada forma el gobierno y propone al Canciller federal, quien debe ser aprobado por el parlamento. Este proceso define el liderazgo y dirección política del país.
El resultado se transforma en un hecho histórico, dado que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, un partido de extrema derecha entra en el parlamento federal, luego de obtener más del 32% de votos.
Este acontecimiento fue sorpresivo dado que, usualmente en Alemania los partidos de ultraderecha no han contado con gran apoyo. Pero, su triunfo del pasado domingo indica un cambio en el panorama. El escenario actual plantea varias incógnitas respecto al futuro político y social tales como, cuáles serán las prioridades legislativas del nuevo gobierno, qué tipo de reformas se impulsarán en las áreas de salud, educación y seguridad, cómo cambiarán las políticas exteriores de Alemania sobre todo su relación con la OTAN u otros socios internacionales. Además, de su papel con la Unión Europea y el escenario internacional.
Pero, ¿Por qué ha causado tanto revuelo en Alemania?
El partido de ultraderecha AfD obtuvo más del 32% en las recientes elecciones, de esta manera desafiando el equilibrio político que ha prevalecido en el país alemán durante décadas. Este partido es conocido por su postura estricta en materias de inmigración y nacionalismo, ha ganado terreno en un contexto de creciente descontento social e inestabilidad económica.
Recientemente este ascenso de la AfD no es un fenómeno aislado, sino que el reflejo de una serie de factores que han perturbado el panorama político alemán.
Según información consignada por el medio alemán DW (Deutsche Welle), la inseguridad económica, la percepción inminente de un fracaso en la integración de inmigrantes al país y la preocupación por la identidad cultural han sido elementos claves en el deterioro del apoyo por parte de los partidos tradicionales.
Con la cantidad de votos obtenidos, la AfD se enfrenta al desafío de formar una alianza con el gobierno alemán, debido al sistema electoral proporcional del país. La composición de Bundestag será crucial para entender cómo se organizaran las alianzas y cuáles serán los tipos de políticas que se implementarán.
El impacto de la participación de este partido de ultraderecha será profundo en lo que respecta a materias de inmigración, ley y orden; así como cuestiones de identidad nacional podrían experimentar cambios drásticos. Este giro puede tener repercusiones significativas para la Unión Europea, con posibles tensiones respecto al presupuesto y las políticas comunes.
Los partidos tradicionales como la CDU (Unión Demócrata Cristiana ), el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) y Los Verdes, deberán adaptarse a esta nueva realidad política. Las estrategias que estos apliquen serán claves para determinar si pueden recuperar el apoyo perdido o si se consolidará el dominio de la ultraderecha.
Definitivamente el resultado de las elecciones federales 2024 han marcado un punto de inflexión para Alemania. Con el ascenso de la ultraderecha, el país se encuentra en una encrucijada que podría redirigir su futuro político y social.