Lucy Esquivel, si bien lleva dos años en el cargo de Secretaria Ejecutiva, hace más de una década ha luchado por la situación de las trabajadoras sexuales en toda la región. Para ella, el diagnóstico es claro: se debe reconocer el trabajo sexual como un trabajo y garantizarles derechos. Asimismo, tuvo palabras para los dichos sobre le gobernador Claudio Orrego, retrucando que «esa es una manera de contribuir al estigma y a la discriminación».
Por Álvaro Marchant
El 1 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, sin embargo, aun en 2024 existen trabajos que, a pesar de llevar años formando parte de nuestra historia, siguen siendo relegados y no reconocidos de una manera legal.
Un caso en particular es el de las trabajadoras sexuales, quienes deben, día a día, enfrentarse a condiciones hostiles y sin derechos que las respalden ante una situación de riesgo.
En Chile, la situación no ha sido diferente. Aparte de no contar con el respaldo de las autoridades, en las últimas semanas, trabajadoras sexuales han sido víctimas de extremos hechos de violencia. Hace quince días en el centro de Santiago, un grupo de trabajadoras sexuales fueron atacadas con disparos, dejando a una de ellas en riesgo vital.
Lucy Esquivel, secretaria ejecutiva de la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y El Caribe (RedTraSex), conversa desde Paraguay en exclusiva con Fast Check CL, sobre la situación del trabajo sexual en la región, los dichos del gobernador Orrego, y el retorno del Sindicato Independiente de Trabajadoras Sexuales Ángela Lina.
“En vez de pensarnos como un problema, deberían pensarnos como parte de la solución”
— ¿Cuál es el factor más preocupante para las trabajadoras sexuales, hoy, en Latinoamérica?
Realmente el factor que más nos preocupa en estos momentos son los gobiernos conservadores, los gobiernos de derecha que niegan los derechos, no solamente, de las trabajadoras sexuales sino que de todos. Creo que esta avanzada de falta de reconocimiento de los derechos humanos es impresionante y la verdad que nos preocupa bastante.
— ¿Qué medidas se deben llevar a cabo para avanzar en igualdad?
Primeramente somos una población que no tenemos el reconocimiento del trabajo sexual como un trabajo, y también aportamos a la economía de cada uno de nuestros países y debería traducirse en derechos humanos para nosotras. En políticas públicas que contemplen nuestros derechos. Entonces, creo que deberíamos pensar en el reconocimiento del trabajo sexual como un trabajo y garantizar derechos laborales.
Necesitamos compromisos reales, compromisos políticos reales y no para embanderarse. Cuando se sientan en las negociaciones no alzan la voz por nosotras, hablan de todas las poblaciones pero no hablan de las trabajadoras sexuales y eso es negarnos derechos, nos invisibilizan, porque mientras que no exista una ley donde diga que “yo soy trabajadora sexual y merezco respeto e igualdad de condiciones para todo” es difícil. Necesitamos compromisos reales.
— Anteriormente mencionabas que los gobierno autoritarios de derecha son la principal preocupación, pero esto es un problema que lleva años discutiéndose y ha sido transversal en administraciones tanto de derecha como de izquierda ¿crees que pasa por un tema de color político o por una decisión estatal?
Si, creo que hay una falta de compromiso hacia nosotras, de seguir negando algo que existe y que por muchos años prevalecerá; no va a terminar el trabajo sexual, por más que quieran abolirlo, por más que quieran negarnos.
Nosotras existimos y en vez de pensarnos como un problema, deberían pensarnos como parte de la solución. Hemos avanzado muchísimo y el aporte que le hacemos a nuestros gobiernos, países, es impresionante.
— ¿Por qué cree que los gobiernos no se hacen cargo de este tema?
Tiene que ver con la cuestión moral, con la cuestión de las «buenas costumbres». Siguen siendo gobiernos que tienen una doble moral muy alta, porque cuando necesitan los votos, obviamente, nos consideran porque las trabajadoras sexuales votamos. Entonces cuando no les conviene no nos ven, cuando somos número para ellos, ahí cuentan con nosotras.
Hay muchos gobiernos en la región que se denominan de izquierda o más progresistas, pero en la actuación, actúan como la ultra derecha. Entonces reprimen a su pueblo, le niegan derechos y hay una violencia inusitada. Me parece que muchas veces conviene más colocarse en el escenario de “soy muy bueno, hago las cosas bien” pero no es así en la realidad.
“El acceso a una salud integral es lo que nosotras necesitamos”
— En el Informe Regional sobre Condiciones Laborales y Violaciones de Derechos Humanos a Trabajadoras Sexuales en América Latina y el Caribe, que ustedes publicaron en 2023, se señala que uno de los principales agentes que ejercen violencia contra ustedes es la policía ¿me puedes explicar un poco este aspecto?
Nosotras el 2 de mayo, en el marco del día del trabajo, vamos a sacar el informe sobre violencia 2023. Este que vamos a presentar tiene un énfasis en las compañeras migrantes.
En ambos reflejan que la violencia institucional que ejerce la policía sobre nosotras ha sido desde siempre ¿por qué? porque hacen un abuso de poder, hacen una violencia de género sobre nosotras, porque el policía siempre fue, ha sido y seguirá siendo el mayor proxeneta de las trabajadoras sexuales. Son ellos quienes bajo el escudo del uniforme siguen pidiendo sexo gratis, siguen pidiendo coimas en las esquinas, y muchas cosas más detrás de ese uniforme.
— ¿Cuál es la situación a nivel regionalm en el aspecto de seguridad con la trabajadoras sexuales?
Bueno, inseguridad no solo recibimos las trabajadoras sexuales, todas las personas que estamos en cada uno de nuestros países todos los días vemos un hecho de violencia. Y la verdad es que nuestros gobernantes deberían de hacerse cargo.
Creo que la falta de seguridad contribuye a lo que te estaba comentando. La policía no se ocupa de lo que se tiene que ocupar, pierden el tiempo mirando para otro lado, mientras que las compañeras y todo ciudadano está atravesando una situación de violencia.
Muchas veces los casos de violencia y asesinato de las compañeras trabajadoras sexuales quedan impunes, no se investiga. A raíz de esto desde la Red Latinoamericana hemos hecho un petitorio a la OEA y a la Comisión Interamericana, de que se cree una relatoría para investigar estos casos y no queden impunes. Es muy fácil decir cuando se mató o sufrió feminicidio una trabajadora sexual pero después qué pasa con eso ¿se investigó?¿se encarceló al culpable? Eso no pasa.
— ¿Va la impunidad de la mano con la discriminación?
Es así, porque mientras más invisibles nos hacen más cosas nos pasan y más vulnerable nos vuelven. Por lo mismo, hay que reconocer el trabajo sexual como un trabajo, porque de lo contrario dónde hacemos denuncias, porque el código penal no tiene estipulado el trabajo sexual como trabajo, entonces no se registran las denuncias que hacemos.
— Otro escenario donde sufren discriminación las trabajadoras sexuales es en los centros de salud, esto respaldado en el mismo informe que ustedes impulsan ¿cómo es la relación con los centros de salud, porque muchas veces pasa desapercibido?
Siempre, la mayoría de las veces. Cuando vamos al servicio, en muchas ocasiones, pasa desapercibido y no recibimos la atención que merecemos. Y lo que ha hecho el estigma y la discriminación de siempre asociarnos con los datos epidemiológico, cuánto VIH tenemos, cuánta ETS tenemos y nada más; entonces se olvidaron de que soy un ser integro y que puedo tener un problema al corazón, puedo tener un problema de reuma, etc. El acceso a una salud integral es lo que nosotras necesitamos y no que todo el tiempo, nos revisen de la cintura para abajo.
“Es muy fácil decir cuando se mató o sufrió feminicidio una trabajadora sexual, pero después qué pasa con eso ¿se investigó?¿se encarceló al culpable? Eso no pasa”
— ¿Cómo ha evolucionado el trabajo sexual hoy en día?
Hay un nuevo abanico de formas de realizar trabajo sexual. Actualmente la tecnología permite que estudiantes realicen trabajo sexual virtual, por ejemplo, y puedan pagarse los estudios. Creo que hemos avanzado muchísimo en materia de tecnologías que hoy te dan muchísimas oportunidades.
Y ahora, este año, nosotras vamos a empezar también a mostrar qué está sucediendo, porque, hablábamos de que la policía era el mayor proxeneta pero, en cambio, hay otro proxeneta que hoy la tecnología está permitiendo, que son aquellos que están detrás de las pantallas; entonces queremos realizar esa investigación este año.
— ¿Crees que los estados están más dialogantes que hace años atrás o sigue todo estancado?
Un paso hacia adelante y dos de retroceso. Es impresionante, avanzamos algo y retrocedemos. A eso me refiero con que necesitamos un compromiso real con nosotras, si ya me reconociste como sindicato, entonces sigue reconociéndome otros derechos, y eso es lo que nos pasa muchas veces, que damos un paso y retrocedemos dos. Y suele ocurrir mucho con los cambios de gobierno, te tumban lo que avanzaste.
— A raíz de lo mismo ¿qué piensas sobre el retorno del Sindicato de Trabajadoras Independientes Ángela Lina?
Estoy muy feliz, y sobre todo de que estén tomando la posta compañeras jóvenes. La verdad es que vienen con una batería impresionante, las compañeras tienen otras oportunidades. Y sobre todo porque aquellas que ya vamos transitando creo que hemos dejado un legado, un legado bastante bueno como para que las compañeras puedan decir orgullosas “soy una trabajadora sexual y cuál es el problema”. Mi cariño y mi respeto siempre para las compañeras de Chile.
— Hace unos días el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, propuso establecer un “barrio rojo”, posterior a eso rectificó sus dichos ¿qué piensas al respecto sobre esta situación?
Es preocupante que, en Chile, se quiera colocar de nuevo una zona roja. Nosotras estamos en contra de las zonas rojas y no porque queremos, no porque no nos parece, simplemente porque contribuye al estigma y a la discriminación. Contribuye a que se nos adjudique delitos que otros cometen y que después es más fácil decir que se cometió donde están las trabajadoras sexuales. Entonces no nos parece, no estamos de acuerdo con seguir encasillándonos en un lugar. Esa es una manera de contribuir al estigma y a la discriminación. Es decir “aquí están”, no estamos de acuerdo con eso.
Y al día siguiente estaba diciendo que había que terminar con esto. Mira que Fundación Margen tiene años trabajando y son super visibles, entonces por qué no les llamó a ellos a sentarse y negociar qué pueden hacer sobre la ola de violencia que están sufriendo las compañeras. Me parece que es hora de sentarse con las protagonistas y no pensar en nombre de, ni decidir en nombre de.