En medio de la compleja situación en educación, el presidente del Colegio de Profesores de Atacama, Carlos Rodríguez, conversa en exclusiva con Fast Check CL sobre los problemas que persisten en la región, ad portas del retorno a la actividad. Este viernes, junto a otros dirigentes del gremio, comenzaron una huelga de hambre por incumplimientos del Mineduc.
Por Álvaro Marchant
Las vacaciones llegan a su ocaso y los preparativos para el retorno a clases comienzan ahora. Sin embargo, ninguna situación es más delicada que la de los estudiantes de Atacama, que deben volver a clases el próximo 5 de marzo. Aunque es probable que algunos establecimientos retomen sus actividades más adelante, consignó La Segunda.
El retraso en la vuelta de clases derivó en un giro inesperado, y es que dirigentes del Colegio de Profesores de Atacama —en la tarde del viernes pasado— anunciaron huelga de hambre por incumplimientos del Ministerio de Educación.
A poco más de tres meses de que el gremio de profesores de esa región bajara el paro —tras el acuerdo alcanzado con el Mineduc— acusan que las promesas siguen sin cumplirse: «Nos sentimos abandonados», declaran.
Tal ha sido el impacto del conflicto que entre el jueves y viernes recién pasado, el ministro Nicolás Cataldo, viajó a la región para revisar la situación de los establecimientos. Durante el viaje, el cual contó con la presencia de la subsecretaria de Educación, Claudia Lagos y el director de Educación Pública, Rodrigo Egaña, el jefe del Mineduc reconoció que «es evidente que hay retrasos», pero que no habría problemas para retornar a clases.
Carlos Rodríguez, el presidente del Colegio de Profesores de Atacama —quien está en huelga de hambre en estos momentos— es escéptico con los compromisos del Mineduc. Conversa en exclusiva con Fast Check CL y cuenta cómo ha sido la relación con esta cartera en los últimos meses y las sensaciones que emanan a raíz de esta problemática.
“No se han cumplido los compromisos”
—¿Cuál es el estado de los colegios a cargo del SLEP Atacama ad portas de que inicien las clases?
Hay que contextualizar que nosotros tuvimos una movilización larga de 76 días el 2023. De eso volvimos a retomar las clases el 20 de noviembre. Firmamos un acuerdo con el Ministerio de Educación el 8 de noviembre y lo ratificaron las comunidades educativas el 9 de ese mismo mes. Entramos en horario flexible, porque en los establecimientos de la jornada de la tarde se iban a desarrollar y ejecutar obras habilitantes, o servicios básicos.
Transcurrió el tiempo, llegó diciembre y esto no se ejecutó. El año escolar se cerró y no hubo trabajos específicos de este compromiso. Enero y febrero 2024 los establecimientos estuvieron cerrados, y por lo tanto, estamos en las mismas condiciones que en diciembre; no se han cumplido los compromisos. Las autoridades están tratando de dar la impresión de que están cumpliendo.
—¿Y esto pasa por un factor económico?
Ahí hay un detalle fundamental. El presupuesto 2024 del SLEP Atacama ya viene con una deuda de arrastre que afecta al 30%, o sea, ya no tenemos un año normal 2024. Nosotros entramos el viernes a clases y vamos a chequear en cada comunidad educativa.
— Entonces ¿usted dice que hasta ahora, todavía no hay ningún avance en temas de infraestructura?
Claro, correcto. O sea, de lo comprometido no hay nada. En el Liceo Jorge Alessandri de Tierra Amarilla, que es una comuna cercana a Copiapó, hace un año y medio que están tratando de que cubran la cancha donde se hace Educación Física. Ahí en el día la temperatura llega aproximadamente a 40 grados y es una zona minera, por lo tanto hay mucha polución y las clases de educación física se hacen al sol y no hay duchas; entonces eso no puede ser.
— ¿En qué condiciones vuelven los niños a clases?
Unos sin cocina, otros sin escaleras, otros sin techo, sin alcantarillados, sin baños. Tenemos todas las esperanzas y las expectativas, porque en educación no se pueden perder las expectativas y las metas. Esperamos una solución a esto y la solución pasa por que las autoridades cumplan lo comprometido.
“Este abandono se traduce a que somos saqueados permanentemente”
—Y ante esta situación, ¿qué postura tiene el Colegio de Profesores?
Nuestra postura es que sería muy grave que las autoridades o los servidores públicos que, por lo demás, tienen un deber, no cumplieran eso. Nos parece gravísimo y creemos que afecta directamente al normal desarrollo de las clases.
Hubo una gran discusión para probar la Ley de Presupuesto y uno de los puntos era abrir una glosa para Atacama, que facilitará firmar un convenio de programación con el Gobierno Regional y el Ministerio. Eso sí que sería un paso significativo para la educación en Atacama, en el sentido que es un convenio transversal a los gobiernos por 10-12 años, y que estaría involucrando alrededor de $350 mil millones.
— ¿Como gremio ven viable un paro o una huelga a corto plazo?
Está esa posibilidad, ante el incumplimiento. Están todas las condiciones para movilizarse, pero ahí nosotros tenemos un sistema de asamblea donde se tomará la decisión. Ya se están realizando esas asambleas y estamos evaluando.
El conflicto en Atacama no solo es infraestructura, sino que pasa por un plan de recuperación de la educación pública y por cambios profundos a la ley 21.040 (Nueva Educación Pública) que es la base de toda esta crisis. Esto tiene que resolverse tarde o temprano
— ¿Cómo ha impactado el resguardo la seguridad en este contexto educacional?
Este abandono se traduce a que somos saqueados permanentemente por la delincuencia. El año pasado la escuela de Las Canteras fue robada 64 veces, la escuela Bernardo O’Higgins la robaron 32 veces, entonces eso también grafíca aún más el abandono.
— ¿Y no hay respuesta de la autoridad
Están las denuncias, los directivos hacen todo el procedimiento y al final resulta una pérdida de tiempo, pero hay que hacerlo. Ayer, las nuevas autoridades hicieron pública una querella contra quien resulte responsable, pero este es un problema endémico que viene hace rato arrastrándose.
“El señor Ministro reconoce que están retrasados”
— Días atrás, la diputada Sofía Cid (RN) dijo que el ministro informó que parte de las obras no se concretarían antes de marzo. Cuando bajaron el paro ¿tenían conocimiento de que todas las obras no iban a estar para esa fecha?
Lo que nos imaginamos era una tremenda empresa que empezara a trabajar rápidamente y bueno, hace cinco o seis días atrás el señor ministro reconoce que están retrasados, pero realmente no abrieron ningún establecimiento de educación.
— ¿Cuál es el balance que hace de la relación que han tenido con el Ministerio de Educación?
Hemos tenido algunos distanciamientos, porque ellos lo han tratado de resolver de otra manera: a través de la vía política. El no cumplir para ello es una decisión, porque con todos los antecedentes que hay, deberíamos tener la posibilidad de constatar algo distinto, un avance, pero nada.
— ¿Qué le ha parecido la gestión de este gobierno en educación? ¿nota alguna diferencia sustancial comparado con las otras administraciones?
No logra marcar la diferencia. Aquí hay un deber del Estado de garantizarle absolutamente a todos y todas buena calidad en la educación, porque los desafíos que tenemos que resolver como sociedad cada vez requieren de mayor capacidad o especialidad.
Aquí estamos todos contaminados de mala gestión y eso es pésimo, porque cómo logras instalar un mensaje de optimismo, de esperanza en la vida.