Rodrigo Fernández, conocido en internet como Otakin, probó suerte con su primer video el año 2021, pero fue recién en enero de 2023 cuando su contenido se masificó. Se hace llamar “anti influencer” haciendo un guiño a Nicanor Parra, pues al contrario de otros creadores de contenido, busca transmitir su mensaje de la manera más honesta y transparente, asegura.
Otakin, oriundo de Hualpén (Región del Biobío), asegura que siempre soñó con vivir del mundo de las comunicaciones. Estudió administración pública y publicidad, también probó suerte como locutor de radio, pero su objetivo eran las redes sociales, por lo que intentó hacerse conocido a través de transmisiones en vivo por Twitch. Antes de dedicarse por completo a la creación de contenido, Otakin se desempeñaba como animador en eventos de animé.
En conversación con Fast Check CL, el llamado anti influencer ahonda en el mensaje e intención tras sus videos, cuenta cómo su vida cambió drásticamente con este aumento de popularidad y también aborda los desafíos e inseguridades que atraviesa día a día.
“No voy a desaprovechar esta tercera oportunidad”
— ¿Qué hacías antes de dedicarte a las redes sociales? ¿Cómo era tu vida antes de ser conocido?
Siempre hablo de las tres oportunidades de mi vida. El 2012, cuando me gané once millones de pesos en un casino, tenía 18 o 19 años. Después hice teatro junto a Cristián García-Huidobro, pero perdí esas dos oportunidades porque era chico, no sabía nada de finanzas ni tenía idea cómo administrar las lucas. Al final, buscando y manifestando una tercera oportunidad, llega Otakin y la posibilidad de armar esta página. Resultó y no voy a desaprovechar esta tercera oportunidad.
— Pensando en lo que vemos en redes sociales, ¿cuáles crees que son las características que diferencian a Otakin de Rodrigo?
Son exactamente la misma persona. Si tú me encuentras en la calle vas a conocer a Rodrigo y a Otakin, no hay diferencia y es lo que me gusta también. Agradezco que Rodrigo puede andar con short y poleras con monos todos los días y puede ir a reuniones y cosas privadas con el mismo outfit, es genial.
— Me imagino que ha sido liberador no tener que construir un personaje en torno a tu contenido.
Exactamente, pero hay cosas también que te condenan mentalmente, porque estás muy expuesto. Todo, cualquier error que cometa, cualquier cosa puede ser lapidaria.
“No quiero influenciar a la gente con temas políticos”
— Has sido crítico con los creadores de contenido, sin embargo, ahora también eres parte de lo que criticabas, ¿cómo enfrentas la tensión de estar en contra y al mismo tiempo formar parte de este mundo desde adentro?
Se podría decir que es una disonancia cognitiva. Yo hablo de que esto comenzó desde el odio de manera sátira, porque finalmente nunca fue la intención. Es lo que otros influencers dijeron y creyeron en su momento, de que el anti influencer era porque era un anti influencers, que se entiende de otra forma.
Mi forma de llamarme, el nombre -anti influencer- lo puso la gente y fue netamente porque la forma de comunicar era distinta. No es que sea de odio, yo tampoco me daba cuenta cómo era el trabajo de un influencer y me burlaba mucho.
— Tú hablas de que tienes una forma distinta de comunicar, ¿a qué te refieres?
Nadie se había atrevido en redes a decir lo real de los locales. Lo principal y que molesta mucho son los precios, hasta los locales se sienten muy intimidados cuando uno los nombra. Es algo que yo puedo exponer como cliente y con mi boleta en mano.

— En torno a esta distinta forma de comunicar, ¿crees que tu contenido tiene alguna carga política o social, aunque sea desde el humor? ¿Lo abordas desde ese lado?
No, creo que el lado político mío está bastante escondido. Solamente hay un tema de ayuda social para que la gente con pocas lucas no gaste y tenga una mala experiencia. Yo jamás tuve grandes ganancias ni tantas lucas, entonces a veces me quedaban treinta o cuarenta lucas para poder hacer alguna actividad con mi familia y si tenía una mala experiencia era fome.
— ¿Sientes que hay una especie de revancha simbólica al mostrar los locales que son caros, malos o que no valen la pena?
Creo que no hay que hacerle daño a la gente, porque puedes tener la oportunidad de visitar muchos restaurantes y tener la plata para hacerlo, pero hay gente que realmente ve como un logro poder salir. Imagínate si voy y gasto en una cuenta y el local es malo, si alguien te lo puede evitar es mejor. De ahí viene también el cariño de la gente, indirectamente lo hago, pero no fue el trasfondo inicial del contenido.
@otakin_antiinfluencer 🤣así con la experiencia pu 👀Te juro que fui con la mejor disposición 🚗 Esto se va a descontrolaaaar ❤️Sigue a tu anti influencer favorito #hotwheels #experiencia #parati #viral #concepción #autos #reseña #dato #panorama #humor #influencer #lentejas #viral #sincero #stream #reseña #otakin #conce #chile🇨🇱
♬ sonido original – Otakin
— ¿Crees que tu contenido es un aporte?
Sí, pero tampoco lo comparemos con un aporte real como pueden ser las agrupaciones animalistas o asociaciones que ayudan a niños. Para mí esto es un negocio, un trabajo, pero que también hay un aporte a la gente para ahorrar lucas e ir a lugares nuevos, conocerlos, pero ya sabiendo cómo son.
Yo quiero mostrar todas las alternativas para que vayan tranquilos, porque hay mucha gente que tiene ansiedad, que tiene TOC y no sé si todos piensan en eso. Yo tengo TDAH -déficit atencional con hiperactividad- y si llego a un lugar y no sé lo que es, me vuelvo loco. Creo que mucha gente le ha pasado, con mis videos te evito eso porque tú sabes a lo que vas.
— ¿Por qué dices que prefieres mantener escondido tu lado político?
No lo hablo de forma abierta, pero sí se puede ver en mis videos. En mi casa cuando hago mis historias -de Instagram- se ve, pero yo no quiero influenciar a la gente con temas políticos, nunca voy a hablar de política abiertamente porque la comida no tiene nada que ver con política.
— ¿Crees que tus videos se enmarcan en una crítica social?
La verdad es que no, pueden haber comentarios políticos, pero jamás ha sido con esa intención. De hecho, nunca pensé que alguien me iba a preguntar de política porque es algo que yo no expongo. No tengo problema en exponer mi lado político, pero la verdad encuentro que no es necesario en las redes sociales.
“Lo logré y no voy a darle el gusto a los demás”
— Volviendo a tu contenido, tus videos son bien al choque, ¿has tenido algún problema a causa de eso?
Sí, he recibido amenazas y malos comentarios, de hecho, siempre he estado consciente que si una persona te tiene mala o no le agrada tu contenido, son mil personas que están de su lado, entonces hay un círculo completo en el cual yo no voy a ser querido.
— ¿Y eso no te detiene?
Si hubiese tomado esos comentarios, créeme que me hubiese detenido en el primer video. Lo he pensado, todos los días me levanto y pienso que en cualquier momento tengo que parar porque de verdad que la carga laboral es bastante. No es un trabajo sacrificado, pero sí extenuante que requiere mucho tiempo y estar pendiente todo el día, pero me doy el ánimo de continuar.
— ¿Qué es lo que te motiva a seguir?
La verdad, solamente el consuelo de que esta mente a la que nadie le dio chance nunca, ni siquiera en el colegio, en la universidad, familiares, nadie creyó en mí, pero ahora está funcionando y estoy logrando algo. Esa convicción me mantiene en pie de querer seguir. Lo logré y no voy a darle el gusto a los demás.
— Teniendo en cuenta la crisis de la crítica gastronómica hoy en día, ¿cómo crees que afecta la creación de este tipo de contenido a dicho rubro?
Es una lucha de ego. Al 80% del mundo le encantaría ser famoso, ser conocido, y más los jóvenes. También se dice que es por el miedo a la pala, porque es el camino fácil. Entonces, mucha gente quizás no está ni ahí con el contenido de comida, pero ven que a alguien le está resultando y viene la copia.
Llevo un año en esto y obviamente ya está creado. La crítica en el diario hace mucho tiempo que existe, pero lo único que hice fue inventar un huevón que dijera la verdad, sacándolo de la crítica del diario, sacándolo del foodie tradicional, mezclando un poco y haciendo algo distinto.
