Este viernes 28 de febrero falleció Miguel “Negro” Piñera a sus 70 años. El día 24 de febrero había acudido de urgencia hasta el Hospital de Villarica, donde se mantuvo internado hasta el día de hoy.
El día 19 de diciembre de 2024, Piñera confirmó que padecía de leucemia, un tipo de cáncer a la sangre. Según el diagnóstico entregado por su doctora en ese entonces, a Miguel Piñera, le quedaban seis meses de vida.
Por esta razón, comenzó un tratamiento de quimioterapia con la esperanza de contrarrestar la enfermedad. Pese a esto, y con autorización de sus médicos, siguió realizando eventos y tocando en distintas partes del país. Precisamente después de una de estas instancias, sufrió una descompensación que lo condujo hasta el centro hospitalario de Villarica.
El último evento del “Negro” Piñera
Su última aparición pública fue el viernes 21 de febrero en la Gala del Festival de Viña del Mar, donde cantó y compartió con una de sus ex parejas, Carla Ochoa. Tras terminar su paso por la ciudad jardín, Piñera se presentó en el bar “El Turista”, ubicado en la localidad de Licanray.
Esa misma noche, sufrió la primera descompensación, por lo que fue trasladado al Cesfam de la zona para ser atendido. Tras ser dado de alta, regresó el domingo presentando un dolor en la pierna, presuntamente por una trombosis.

A las 10.45 de la misma jornada fue trasladado al Hospital de Villarica donde sufrió un paro cardiorrespiratorio, siendo ingresado al Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El estado de salud del “Negro” Piñera se agravó, razón que llevó a la familia a solicitar su traslado a la Clinica Alemana de Temuco.
Finalmente, en dicha localidad, Piñera falleció a las 16 horas de este viernes 28 de febrero de 2025.
Músico, empresario y bohemio: la historia de Miguel “Negro” Piñera
Miguel “Negro” Piñera es el quinto de los seis hijos del matrimonio entre José Piñera Carvallo y Magdalena Echeñique Rozas.
Miguel Piñera estudió en el Colegio del Verbo Divino y Saint George’s School. Sin embargo, su estancia en la educación chilena duró hasta los diez años, dado que el nombramiento de su padre José Piñera como embajador en Bélgica, lo llevó a pasar su adolescencia en Europa.
Tras su paso por Bélgica, su padre fue nombrado como embajador en la OEA, situación que obligó a la familia a mudarse a Nueva York. Ese viaje marcaría parte importante de lo que fue el “Negro” Piñera en su vida.
Durante su estancia en Estados Unidos conoció de primera mano la cultura estadounidense y, a sus 15 años, se escapó al Festival Woodstock. Ese episodio marcó un antes y un después en la vida del “Negro” Piñera. Ahí pudo ver a Joan Báez, Jimmy Hendrix y Carlos Santana, artistas que lo enamoraron e inspiraron en la música.
Su amor por la música fue alimentado por su padre diplomático. Junto a él recorrían distintos bares y pubs viendo a diversos artistas, pues al quinto hijo Piñera, siempre le gustó el arte.
A sus 16 años, en 1970, regresó a Chile. En ese entonces, Salvador Allende había sido electo como presidente del país. Pese a venir de una familia opositora al gobierno de Allende, Miguel Piñera siempre reconoció que durante la Unidad Popular lo pasó “chancho”.

Según una biografía de Miguel Piñera, esos tiempos fueron de muchos conciertos y eventos culturales que captaban la atención del músico. De hecho, en el citado texto, reconoce que, sin ser izquierdista ni derechista, durante ese entonces disfrutó de Inti Illimani, Quilapayún, Víctor Jara, Los Blops, Illapu y Los Jaivas.
En 1982 lanzó su primer álbum “Fusión Latina” que incluía los sencillos “La Luna Llena” y “Como el Sol”. Al año siguiente participó en el Festival de Viña del Mar, llegando al certamen con una fama considerable.
El lado empresarial del “Negro” Piñera
Años después, y de la mano del productor José Rubén Olivos, lanzó su segundo álbum, aunque este no logró el éxito que tuvo su antecesor. A raíz de esto, Piñera comenzó su camino en el mundo empresarial en una de las cosas que más le gustaba: la noche.
Junto al cantante Miguelo, a mediados de los noventa, abrieron en Barrio Suecia el pub “Entrenegros”. La fama de este bar contó con luces y sombras. En 2011 Ciper dio a conocer que ex trabajadores del pub estamparon una denuncia laboral contra el local.
A raíz de la acción judicial, el Tribunal emitió una orden de embargo y estuvo a punto de ir a remate. No obstante, el estudio de abogados Barros & Errázuriz, quienes ayudaban a su hermano Sebastián Piñera, tomaron el caso y lograron que el embargo nunca se efectuara. Asimismo, consiguieron eludir el pago de lo adeudado en cotizaciones, sueldos e indemnizaciones.
Si bien el “Entrenegros” fue uno de sus famosos emprendimientos, también levantó otros locales como: “Sería Tutix”, “Moros y Cristianos”, “EntreDiosas” y el “Capitan Tutix” en Cancún y Playa del Cármen, México.
La vida amorosas del “Negro” Piñera
Otro de los aspectos por lo que era conocido el “Negro” Piñera, era su vida amorosa. Durante su vida, se casó legalmente tres veces, primera de ellas con una norteamericana de nombre Elena, con quien duró poco tiempo, debido a que según contó en su momento a “la gringa le vino la volada mística y, de un día a otro, se fue a la India”.
Sus otros dos matrimonios fueron con Ximena Salazar, con quien mantuvo una relación por pocos años y se divorció. Pero, sin duda, su tercera esposa fue la más importante.

En distintas ocasiones, Piñera reconoció que de quien realmente se enamoró fue de Belen Hidalgo, mujer con la que convivió por 10 años. Tras su separación, en 2011, fue internado en la clínica psiquiátrica Santa Sofía a petición de su familia.
Después de su termino con Hidalgo, se le vio a Miguel Piñera con otras mujeres, donde destaca la modelo Carla Ochoa, sin embargo, no volvió a comprometerse legalmente con ninguna.
