Por si tienes poco tiempo:
- En redes sociales se difunde que el dióxido de cloro cura el 98% de las enfermedades, pero esta afirmación es falsa.
- Expertos y estudios científicos han demostrado que el dióxido de cloro no tiene ningún respaldo como tratamiento médico, y su consumo puede ser sumamente peligroso.
- Organizaciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido sobre los riesgos de esta sustancia, que puede causar daños graves en el sistema digestivo, cardiovascular y renal.
- Además, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) y otros organismos desmienten que el dióxido de cloro esté aprobado como medicamento en el país.
En redes sociales como en X (1,2,3,4) y Facebook (1,2,3) se están compartiendo publicaciones que resaltan las supuestas bondades del dióxido de cloro (MMS por sus siglas en inglés) como la solución para casi el 100% de las enfermedades conocidas. Incluso, hay una publicación en inglés que tiene más de 1,2 milones de visualizaciones que contiene la misma información sobre los beneficios de este producto.
«El dióxido de cloro cura el 98% de todas las enfermedades conocidas por el hombre y está respaldado por más de 100.000 patentes en todo el mundo», destacan las publicaciones difundidas.
En el contenido viral se incluye un video donde un hombre promueve el dióxido de cloro como tratamiento milagroso para curar casi todas las enfermedades. Según este, «puede haber alguna enfermedad que no se pueda curar, pero el 98% de las enfermedades se curan con lo que nosotros llamamos MMS o dióxido de cloro».
¿De dónde nace la desinformación?
Para verificar el contenido, Fast Check realizó una búsqueda inversa de uno de los fotogramas del video. Así, descubrimos que el hombre que aparece en el video se llama Jim Humble, promotor de tratamientos alternativos que no están aprobados por autoridades sanitarias internacionales.
El video fue vinculado a una organización conocida como ITNJ (Tribunal Internacional de Justicia Natural), el cual se presenta como un tribunal internacional, pero que no es reconocido por ninguna entidad oficial.
Por lo tanto, Fast Check ingresó al sitio web del ITNJ y buscó el nombre “Jim Humble”. Esto derivó a una nota de prensa donde se asegura que «Jim Humble se topó con los milagrosos poderes curativos del dióxido de cloro, una sustancia química muy simple que ha curado con éxito a más de un millón de personas en todo el mundo de una cantidad extraordinaria de enfermedades y afecciones».
Dentro de la nota está anexado el video original de la intervención de Humble, publicado en 2019 y que dura casi treinta minutos. Se trata de una reunión de una “Comisión Judicial de Investigación sobre la Militarización de la Biosfera”.
Fast Check buscó el video en YouTube, pero no se obtuvo resultados, el video solo se encuentra alojado en el sitio web de la ITNJ.
¿Qué es el ITNJ?
De acuerdo a lo investigado, el ITNJ (Tribunal Internacional de Justicia Natural) no es una entidad legítima reconocida a nivel global o institucional. Se trata de una organización no oficial que se presenta como un tribunal internacional independiente.
En sus preguntas frecuentes responden:
- ¿Cómo tiene el ITNJ la autoridad para reclamar jurisdicción universal?
- El ITNJ existe fuera y por encima de la jurisdicción de cualquier nación o país por la autoridad de los Pueblos del Mundo.
- Los pueblos soberanos del mundo son la fuente de autoridad. Si los pueblos no fueran soberanos, no podrían autorizar un gobierno soberano, porque no se pueden delegar autoridades que no se tienen. Los pueblos de cualquier nación, país o territorio tienen derecho a delegar su autoridad a los representantes que elijan para dirigir su gobierno. Un ejemplo de ello es el gobierno de los Estados Unidos de América, supuestamente fundado y mantenido por el consentimiento de los gobernados.
- ¿Quién hará cumplir las decisiones del ITNJ?
- La primera pregunta que se hacen muchas personas es la de la aplicación de las decisiones del Tribunal, y la respuesta es: el pueblo. Así como los pueblos del mundo son la autoridad que respalda a este Tribunal, los pueblos del mundo son la autoridad que respalda la aplicación de las decisiones del Tribunal. Las firmas del Tratado ITNJ constituyen la autoridad y la jurisdicción para la aplicación de las decisiones en virtud del Derecho Internacional. Cuantas más personas firmen el tratado, más fuerza tendrá en la ley. A partir de ahí, la aplicación de las decisiones es un esfuerzo de impulso… la construcción de un grupo de individuos dispuestos y unificados para el beneficio de todos.
Evidencia científica: El dióxido de cloro es dañino
El dióxido de cloro no solo es ineficaz para tratar enfermedades, sino que puede ser sumamente peligroso para la salud humana. Esto ha sido replicado ampliamente por instituciones oficiales (1,2,3,4,5) y reportes de prensa al respecto (1,2,3).
Fast Check consultó a Fernanda Cavieres, toxicóloga de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, quien explicó que «no existe ninguna evidencia científica que respalde la eficacia del dióxido de cloro para tratar enfermedades humanas».
Según Cavieres, los estudios científicos sobre medicamentos duran años, con rigurosos ensayos y revisiones por parte de autoridades regulatorias, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en Estados Unidos o el Instituto de Salud Pública en Chile (ISP), quienes no aprueban esta sustancia como tratamiento.
Cavieres añade que estas instituciones «luego de analizar críticamente toda la evidencia científica podrán o no autorizar el uso y el registro de ese medicamento en un país».
En la misma línea de esta desinformación, también se ha dicho que el dióxido de cloro sirve para curar el autismo y combatir el COVID-19. Ambas aseveraciones fueron desmentidas por Fast Check (ver aquí y aquí).
Riesgos documentados
Desde la pandemia de COVID-19, entidades como la Organización Mundial de la Salud advertían que «el dióxido de cloro puede causar trastornos digestivos, cardiovasculares y renales, así como la muerte, si se consume o inhala».
Asimismo, en 2020 la Organización Panamericana de la Salud explicó que, «desde hace varios años, algunos productos que contienen dióxido de cloro o derivados se han promocionado como ‘terapéuticos’ para la cura de diversas afecciones, sin contar con ninguna evidencia científica sobre su eficacia».
Así, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha emitido ya dos declaraciones públicas (1,2) alertando sobre los peligros del dióxido de cloro, en ese entonces en contexto de pandemia: «A pesar de advertencias previas, a la FDA le preocupa que todavía estamos viendo productos de dióxido de cloro a la venta con afirmaciones engañosas de que son seguros y eficaces para el tratamiento de enfermedades, ahora incluyendo el COVID-19», alerta una de las declaraciones.
Expertos desmienten la eficacia del MMS
Sumado a lo anterior, Gabriel Rada, director del Centro Evidencia UC y director ejecutivo de la Fundación Epistemonikos, confirmó la falsedad del contenido a Fast Check:
«Cada cierto tiempo reaparecen afirmaciones sobre el dióxido de cloro. La evidencia sigue siendo la misma: no hay evidencia de que sirva para la prevención ni tratando de ninguna enfermedad. Además, tiene riesgos. Muchas organizaciones han emitido declaraciones al respecto. Hay muchísimos casos reportados de complicación, y hasta de muertes, por el uso de este tipo de productos».
Fernanda Cavieres, en tanto, destacó que afirmar que el 98% de las enfermedades conocidas pueden ser curadas con dióxido de cloro es ilógico y contradictorio.
En sus palabras, si realmente el dióxido de cloro pudiera curar ese porcentaje tan elevado de enfermedades, simplemente no existirían esas enfermedades en primer lugar. También, destaca que el conocimiento científico y médico demuestra que, en muchos casos, las terapias farmacológicas basadas en medicamentos de síntesis (elaborados en laboratorios) son esenciales para el manejo adecuado y efectivo de una enfermedad.
El dióxido de cloro no se considera medicamento en Chile
Durante la investigación, Fast Check verificó que el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) refutó la afirmación de que el dióxido de cloro está autorizado como medicamento y, además, emitió un comunicado en el que desmentía su eficacia
Durante el mismo año, el ISP también emitió un documento donde se señalan los “Efectos del uso de Dióxido de Cloro en COVID-19”. Allí, se concluye:
- A la fecha (2020) no hay evidencia científica que soporte el uso del dióxido de cloro como tratamiento para la COVID-19, ni para ninguna otra enfermedad.
- El dióxido de cloro no es un producto farmacéutico, no se encuentra registrado como tal en ninguna agencia reguladora de medicamentos.
- La evidencia científica generada en los últimos meses no da garantía de que el tratamiento sea seguro ni eficaz, dado que hay bastante evidencia de que esta sustancia trae consigo efectos adversos graves e indeseables anteriormente descritos.
Conclusión:
Fast Check califica el contenido como falso. El dióxido de cloro no tiene la capacidad de curar el 98% de las enfermedades. Esta sustancia no está aprobada como tratamiento médico por ninguna autoridad sanitaria importante a nivel global y su consumo presenta graves riesgos para la salud. Numerosos estudios científicos, así como las advertencias de organismos como OMS y la FDA, demuestran que el dióxido de cloro puede provocar daños severos al organismo.