Global66 es una fintech fundada en 2018, de la mano del chileno Tomás Bercovich, que se dedica a facilitar transacciones entre usuarios de un país y otro. Entre los servicios que ofrece destaca la posibilidad de manejar tu dinero en 8 divisas distintas de manera online, pagar en cualquier moneda con un tipo de cambio real, transferir y recibir dinero entre más de 70 países, y mover dinero entre usuarios de la misma aplicación.
Sin embargo, este último punto ha sido el gatillante de una serie de denuncias que clientes de distintas partes del continente han comenzado a levantar en contra de Global66. Es más, ya cuenta con una denuncia en la PDI, la cual se encuentra siendo procesada por el Ministerio Público.
La historia de Global66
Tras ser galardonado por el premio emprendedor joven — entregado por el banco Santander junto a Endeavor y la Universidad de Columbia— Tomás Bercovich participó en un programa de emprendedores en Estados Unidos.
Fui ahí cuando conoció a Cristóbal Forno, con quien cofundaría Global66. Según informó revista Forbes, la idea nació por parte de Forno después de un viaje a Inglaterra, donde presenció el impacto de las fintech.
Finalmente, en diciembre de 2018 Global66 comenzó su camino en el mercado chileno. Dos años después, obtuvieron un fondo semilla por USD $4.3 millones para comenzar las operaciones de la startup.
Según la línea de tiempo publicada en la página de la fintech, en 2021, mediante un crowdfunding, 600 inversionistas permitieron que Global66 recaudara USD $685.000, dando una inyección de recursos que les permitiría ese mismo año lanzar la aplicación. Además, a finales de 2021, lanzaron la billetera multimoneda, cerrando así un año redondo.
Figuras de renombre como el actor Benjamín Vicuña, el chef Christopher Carpentier y el comediante Fabrizio Copano, han sido parte de la campaña publicitaria de los servicios de la fintech.
Sin embargo, una de sus grandes hitos fue la firma de una alianza con el club de fútbol alemán Bayern Münich en 2023, transformándose en el primer socio sudamericano del equipo bávaro.
Transferencias sin respuestas
No obstante, en la último periodo de 2024 una serie de personas acusaron a Global66 de cambiar sus PIN, bloquear sus cuentas y transferir dinero a destinatarios que no conocían, algunos de ellos de otros países.
“Un acceso indebido a su cuenta”
Moisés Reyes es un informático venezolano nacionalizado chileno. En noviembre de 2024 decidió descargar la aplicación, luego de que un amigo se la recomendara. Según cuenta, le pareció buena idea ya que debía realizar viajes a distintos países y los servicios entregados por la fintech le facilitaban las transacciones en diversas monedas.
Su primera impresión de la empresa fue buena, por lo que transfirió dinero a su cuenta Global66. Todo iba en orden hasta el 5 de diciembre pasado, cuando recibe una alerta de que su clave PIN había cambiado, a lo que Reyes rápidamente ingresó a la aplicación. Sin embargo, se encontró con que su cuenta y tarjeta habían sido bloqueadas.
“Recurrí al soporte técnico de la aplicación y apreté la opción de bloquear cuenta. Cinco días después (10 de diciembre) tuve acceso a mi cuenta y me percaté que todos mis fondos habían sido transferidos a una persona con cuenta global de Perú que no conocía”, relata Moises.
El monto transferido fue de $220.000, los cuales hasta la fecha siguen sin ser reembolsados. Según explica Reyes, se comunicó directamente con Global66, no obstante la respuesta de la fintech fue: “tras un nuevo análisis detallado de los antecedentes, se concluyó que dichas transacciones derivaron de un acceso indebido a su cuenta, relacionado con la exposición de sus credenciales personales”.
Además, en el correo enviado desde la empresa respondieron que “este análisis adicional permitió identificar que se realizaron cambios en el PIN de seguridad minutos antes de las transacciones cuestionadas. Dichos cambios requieren acceso tanto a su correo electrónico como a su número personal”.
En una segunda respuesta desde Global66 argumentaron que el caso fue revisado en dos ocasiones, lo que confirmó el primer diagnóstico. Además, comentaron que “las medidas de seguridad implementadas por Global66 sobre los registros son de elevada protección, en especial, lo que respecta al cambio de PIN y bloqueo preventivo de la cuenta”.
Reyes cuenta que acudió al Sernac para denunciar el hecho, sin embargo, no tuvo una respuesta fructífera. “Al final yo hago esta denuncia no tanto por el dinero, sino porque la empresa dice que es todo legal, que todo está bien, que son los mejores y no es así”, emplaza Moisés.
“Es una investigación unilateral”
La experiencia de Nataly con Global66 comparte el mismo desenlace que el caso de Moisés. En mayo de 2024 decidió abrir su cuenta en la fintech con la intención de juntar dinero, “de tenerla como un cuenta de ahorro más que nada, para que se fuera trabajando la plata, entonces cada cierto tiempo ponía dinero”.
Los primeros días de diciembre quiso entrar a su cuenta pero la aplicación negaba su acceso con una notificación de “cuenta bloqueada”. Al consultar al soporte técnico de la empresa le confirmaron que su cuenta efectivamente había sido bloqueada.
“Pasaron tres días y antes de que me desbloquearan la cuenta me empiezan a pedir antecedentes y yo les cuento la historia de que quise acceder a mi cuenta y que no pude. Me pidieron que me sacara una selfie con mi carnet de identidad en la mano. La cosa es que por ahí por el 13 de diciembre finalmente yo pude nuevamente acceder a mi cuenta”, relata la mujer.
El desenlace la dejó aún más sorprendida. “Accedo a mi cuenta y me doy cuenta que el día 29 de noviembre me habían vaciado la cuenta. En una sola transferencia de 590 dólares a un contacto que yo jamás incorporé, que es una persona que no conozco en Perú”, cuenta Polanco.
Tras los reclamos a la empresa, la respuesta fue la misma que la entregada a Moisés. “Me dijeron que iban a realizar una investigación y me devuelven el correo diciéndome que fui yo la que otorgué mis credenciales, que la vulnerable había sido yo mediante mi teléfono. Es una investigación totalmente unilateral y sin mucha explicación te dicen que todo esto fue tu culpa”.
Ante ese panorama, Polanco decidió interponer una denuncia en la Brigada de Delitos Económicos de la PDI. La demanda se encuentra en proceso a la espera de que ingrese a Fiscalía.
Braulio Vera
Braulio Vera es un emprendedor que decidió entrar a Global66 en abril de 2024. En ese entonces había ganado un Fondo Esperanza para impulsar su negocio, razón que lo motivó a depositar $300.000 a su cuenta en la aplicación para que éste aumentara con el interés.
“Abrí la aplicación Global porque me llegó una publicidad de gente famosa que la utilizaba y hablaban de que era confiable y buena. La aplicación funcionaba súper bien, no había ningún problema al inicio”, comenta Vera.
Los problemas comenzaron cuando Vera tuvo que realizar una transferencia por $150.000. Según comenta, mientras ingresaba los datos de la persona que recibiría el dinero, la aplicación le solicitó la clave de ingreso.
“Yo pensé que era mi clave de ingreso, la de acceso a internet, dije ‘a lo mejor se me acabó el tiempo para hacer el movimiento’ así que ingresé la clave de 4 dígitos”, cuenta Braulio. Solo bastó que pusiera su clave para que la transacción se efectuara y el dinero desapareciera de su cuenta.
Habitualmente, la aplicación solicita una clave para ingresar un contacto, una vez esté todo correctamente ingresado, envía un código a WhatsApp. Incluso, antes de aprobar una trasferencia se solicita otro código. En este caso ninguna de esas barreras frenó la operación.
“Inmediatamente empecé a buscar en mis contactos a la persona que le había transferido porque me decía que era de Global. Ahí me di cuenta que no era de mi agenda de contactos y que era de Chile”, comenta Braulio. Vera contactó al receptor del dinero, sin embargo no obtuvo respuesta.
“A los días se contactaron conmigo pero la persona ya había sacado el dinero. Eran $150.000 lo que transferí y me quedaban $50.000 adentro, el tema es que después me bloquearon la cuenta y no me dejaron sacar el dinero”, concluye el afectado.
Global66 inició un proceso de investigación pero, al igual que en los otros casos, el resultado fue el mismo: “tras una exhaustiva investigación determinamos que no se detectaron acciones como cambio de PIN o contraseña, que solo puede efectuarse con acceso al correo (…) lo que indica una posible divulgación de credenciales asociadas a su cuenta”.
¿Garantías legales de las fintech?
Aunque este artículo describe 3 casos, existe poco más de una decena de personas con el mismo problema, incluso en otros países de Latinoamérica, como Colombia. Aparte de experimentar el mismo conflicto, los denunciantes comparten otra premisa: debería aplicar la ley de bancos a este tipo de entidades.
La Ley General de Bancos aplica para todas las entidades financieras que ofrezcan servicios bancarios, estos son bancos comerciales, de inversión, de ahorro y créditos, entre otros. Asimismo, establece el marco regulatorio de los mismos.
En caso de que un cliente bancario sufra un hackeo y esto produzca daños al patrimonio de la persona, los bancos tienen la obligación de reponer el dinero extraviado, ya que se encuentra dentro de sus obligaciones otorgar seguridad al capital privado.
Caso distinto es el que ocurre con empresas de este estilo. Al no ser consideradas como una entidad bancaria y brindar ese tipo de servicios, no tienen la obligación de reponer el dinero de sus clientes.
La que sí tiene la obligación de fiscalizar a la fintech es la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), debido a que figuran dentro de las entidades registradas bajo el concepto de “Emisor de Tarjetas de Pago”.
En concreto, es la “Ley Fintech” —aplicada por la CMF— quien regula a este tipo de entidades. La normativa tiene como objetivo establecer un marco general para incentivar la prestación de servicios financieros mediante plataformas digitales.
A su vez la “Ley Fintech” promueve la inclusión e innovación financiera, la competencia, protección al cliente financiero, el resguardo adecuado de datos tratados y estabilidad financiera.
Fast Check CL se contactó con la CMF y Global66 para conocer su visión al respecto, pero hasta el cierre de este artículo no hubo respuesta.