Tanto el club de fútbol como la casa de estudios de la Universidad de Chile pasan por un momento turbulento, luego de que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) revocara la autorización de existencia a Sartor Administradora General de Fondos S.A. parte del grupo controlador de Azul Azul.
La situación se agudizó el día de ayer luego de que la comisión iniciara una investigación contra Michael Clark, actual presidente del club Universidad de Chile, para dilucidar desde dónde provienen los 5,7 millones de dólares utilizados para comprar todas las acciones de Sartor y convertirse en el máximo accionista del club.
Si bien estos son los hechos más recientes, la compleja realidad de Sartor no es algo nuevo.
El origen de Sartor
Sartor Finance Group fue fundada en 2012 por el empresario Pedro Pablo Larraín. Desde un inicio la empresa incursionó en el mundo de la deuda privada: empresas pequeñas y de mediano tamaño con buenas ventas, pero problemas de caja o riesgo.
En 2016 crearon la Administradora General de Fondos (AGF), siendo Asesorías e Inversiones Quisis Limitada —sociedad de inversiones que Larraín mantiene con su esposa, Ximena Carvallo— la principal accionista.
Los negocios de la gestora van en tres líneas de acción: asset managent o gestión de activos, asesoría especializada en soluciones de inversión para personas de alto patrimonio y gestión inmobiliaria, frente que abrieron en 2019.
Hasta el año pasado, Sartor AGF tenía bajo su control 16 fondos, 10 de ellos de inversión y 6 de fondos mutuos. El año pasado, según consignó La Tercera, la empresa administró activos por un monto de $358.000 millones.
El inicio del declive
Pese a los buenos números con los que terminaron en 2023, el final de este año no tuvo el mismo desenlace. El 20 de diciembre el Consejo de la CMF informó la decisión de revocar la autorización de existencia otorgada a Sartor AGF. Para ello, se designó como liquidador a Fernando Pérez, directivo de la comisión.
Según comunicó la CMF, los antecedentes del caso permitieron evidenciar que Sartor AFG no respetó el artículo 17 de la Ley Única de Fondos, normativa que regula la administración de fondos de terceros.
Asimismo, la comisión argumentó que el modelo de negocio de Sartor dio cuenta de un patrón basado en la utilización de los fondos bajo su administración como “vehículos de financiamiento para entidades relacionadas a sus directores y accionistas mayoritarios, en proporciones muy significativas”.
Por otra parte, según informó la CMF, la administradora no proporcionó información acerca de la calidad de la cartera de créditos por un monto cercano a los $59 millones subyacente en la cartera de fondos, y que correspondía a deuda de sociedades vinculadas a los directores y accionistas de Sartor.
Sartor y su relación con Azul Azul
En mayo de 2021 Sartor compró el 63,07% de las acciones de Azul Azul que estaban a nombre de Carlos Heller, lo que le permitió a la Administradora transformarse en propietaria del club de fútbol de la Universidad de Chile.
En la la Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) impulsada por Sartor, el comprador de Azul Azul fue el fondo de inversión privado Tactical Sport, siendo ellos los propietarios de las acciones de Heller. La transacción se materializó por un total de 15 millones de dólares.
Una vez estuvieron al interior del directorio, según información de La Tercera, el fondo rápidamente comenzó a aplicar una estrategia que generó roces al interior de la directiva. El citado medio relata que miembros del club acusaron que el fondo tomaba decisiones de manera autoritaria y sin consultar la opinión del resto.
Pese a que en un inicio el recambio de accionistas ilusionaba a la hinchada y a las personas del club, los malos resultados, que incluso terminaron con la Universidad de Chile peleando el descenso, agudizaron las asperezas internas de Azul Azul.
Michael Clark y un negocio redondo
Ante la caída de Sartor, Clark compró todas las acciones de la Administradora con la finalidad de sacarlos de la propiedad de la concesionaria.
En respuesta, la comisión ofició al presidente de la sociedad anónima para que entregara los detalles del pago: monto, cuotas, fecha y porcentaje de compra. En su respuesta Clark explicó que “con fecha 13 de diciembre de 2024, Inversiones Antumalal Limitada adquirió 6.354.981 cuotas, de la serie única, del Fondo de Inversión Privado Tactical Sport, a un valor de USD 0,90 cada cuota, correspondiente al 90% de las cuotas, serie única, de dicho fondo”.
El presidente de la Universidad de Chile pagó 5,7 millones de dólares por la compra de las acciones de Tactical Sport, fondo propietario del club de fútbol, y la transacción se concretó una semana antes de que la CMF informara la decisión de revocar la autorización de existencia de Sartor.
Lo desembolsado por Michael Clark fue considerablemente menor al precio por el que Carlos Heller vendió el 63% de su parte del club a Sartor. En esa ocasión, las acciones costaron cerca de USD$ 15 millones.
Un problema que preocupa a la casa de estudios
La situación no ha dejado indiferente a la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien manifestó su preocupación por las finanzas del club y la transparencia de sus acciones.
Incluso, la máxima autoridad de la casa de estudios ha amenazado con quitarle el nombre al club.
En relación a lo mismo, el director de Azul Azul, Hector Humeres confirmó esta premisa en una entrevista con LUN.
“Rosa Devés está analizando el tema y está preocupada por la auditoría de la CMF a Sartor. Hay que ser prudente pues aquí no se puede disparar al voleo”, afirmó Humeres.
Ante la posibilidad de que exista una reunión entre Clark y Devés, Humeres explicó que “depende exclusivamente de la rectoría. Sé que está muy atenta a todo esto y por supuesto que la Universidad de Chile está preocupada pues tiene un convenio con Azul Azul.