Desde 2005 que el anexo penitenciario Capitán Yáber se transformó un recinto de detención de criminales considerados de baja peligrosidad. El anexo es administrado por Gendarmería y las últimas décadas ha visto pasar a gran cantidad de personajes de alta connotación pública, entre ellos, “los Carlos” del Caso Penta, Pablo Alcalde del caso La Polar, Rafael Garay, Jaime Orpis, los exalcaldes Raúl Torrealba y Daniel Jadue. La lista de presidiarios ha transformado a Yáber es una nueva cárcel Capuchinos.
Hoy sus inquilinos más conocidos son los hermanos Ariel y Daniel Sauer, junto a su socio Rodrigo Topelberg y su abogado Luis Hermosilla. Todos en prisión preventiva e investigados por el caso Audios/Factop, imputados por delitos de lavado de activos, cohecho y fraude al fisco.
Fast Check CL consultó a Gendarmería por el presupuesto destinado al Anexo Capitán Yáber. Sin embargo, desde la institución penitenciaria nos entregaron el presupuesto total entregado a las Unidades Especiales de Alta Seguridad (UEAS). Este recinto agrupa a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), la Cárcel de Máxima Seguridad y el Anexo Capitán Yáber.
En esta línea, Gendarmería nos remitió los Estados de Ejecución Presupuestaria, de la Unidad Especial de Alta Seguridad correspondientes al 1 de enero de 2019 al 31 de octubre de 2024.
¿Cuánto cuesta mantener Capitán Yáber?
En 2024, el presupuesto asignado para las Unidades Especiales de Alta Seguridad alcanzó los $417.201.243, de los que al 31 de octubre se habían ocupado $382 millones. Es decir, un 91% de la ejecución presupuestaria.
Al igual que con el presupuesto, la población recluída en Capitán Yáber no es detallada en los informes mensuales de Gendarmería. Según su último Reporte Estadístico Mensual, la institución penitenciaria señala que en todas las UEAS se encuentran recluidos 76 reos.
Ahora bien el presupuesto y la población penal variaron significativamente durante la pandemia. La asignación para las unidades pasó de $453 millones en 2020 a poco más de la mitad, unos $258 millones, en 2021. Con ello también varió el número de reclusos, dándose una baja notable de 198 en 2020 a sólo 7 en 2021.
¿Cómo es Capitán Yáber?
El recinto penitenciario se divide en tres sectores. La Cárcel de Alta Seguridad (CAS), la sección de Máxima Seguridad y Capitán Yáber. Las primeras dos secciones tienen tres pisos y un subterráneo. En tanto, Yáber tiene un solo nivel.
La Cárcel de Alta Seguridad divide a los reclusos por piso y según su capacidad de mantener relaciones con otros reos. Según el informe “UEAS Santiago” del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), las unidades de alta seguridad “están en condiciones deficientes” de ventilación y luz natural, además de tener instalaciones eléctricas defectuosas. “Los baños, en tanto, presentan problemas de higiene”.
Ahora bien, Capitán Yáber tiene una capacidad máxima para 12 reos, cuenta con un solo piso, con una sala común y una sección de celdas compartidas. Además, el anexo cuenta con cocina, enfermería, una escuela, multicanchas y diversos patios.
Según el INDH, en Capitán Yáber cada celda mide unos 4 metros cuadrados y alberga a dos presos. Además de un camarote, las celdas tienen muebles para que los internos puedan guardar sus pertenencias.
“Los reclusos cuentan con televisores, radios, hervidores y reproductores de DVD, además de películas originales. Hay ventiladores y es el único módulo de la UEAS que posee calefacción. En la sala común se visualiza un desfibrilador, una máquina para hacer ejercicios, sillones, mesas y un comedor con vajilla y alimentos para su comida cotidiana (azúcar, café, entre otros)”, describe el informe.
Otros reos conocidos
Uno de los presos más notables de la sección de alta seguridad es Mauricio Hernández Norambuena. Conocido como el “Comandante Ramiro”, Hernández fue miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), autor intelectual del asesinato del senador Jaime Guzmán y partícipe del secuestro de Cristian Edwards, hijo del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards.
En diciembre de 1996 se fugó de la Cárcel de Alta Seguridad en un helicóptero que lo transportó junto a otros tres rodriguistas dentro de una canasta blindada. En 2002 fue detenido en Brasil y deportado a Chile en 2019, regresando a la CAS.
Otro reo conocido es Hugo Bustamante, también llamado el “Asesino del Tambor”. En 2005, Bustamante fue apresado por asesinar a su pareja y al hijo de ésta y luego enterrar sus cuerpos dentro de un tambor en su patio. Recuperó la libertad en 2016. Cuatro años después, junto a su nueva pareja, asesinaron a la hija de ésta, Ámbar Cornejo, siendo condenado esta vez a cadena perpetua.
En 2024, Bustamante confesó dos nuevos asesinatos ocurridos en 1996 en Villa Alemana.