La argentina Leda Bergonzi, conocida como la “sanadora de Rosario”, se ha visto inmersa en una serie de cuestionamientos debido a la gestión de sus finanzas, lo que desembocó en acciones judiciales y su expulsión de la Iglesia Católica. Bergonzi visitó Chile en enero pasado y llenó el templo Votivo de Maipú con sus seguidores.
Por Álvaro Marchant
Filas multitudinarias en las afuera del Templo Votivo de Maipú, gente acampando por dos noches en Gruta de Lourdes e invitada al matinal de TVN, Buenos Días a Todos, fueron algunos de los hitos que dejó la presencia de Leda Bergonzi en Chile durante enero de este año.
Bergonzi, más conocida como la sanadora de Rosario y oriunda de la misma ciudad argentina, era famosa por sus poderes de “sanación” que, según sus seguidores, eran capaces de curar distintas enfermedades. En las ceremonias, la mujer imponía sus manos sobre la persona enferma y de esa manera comenzaba la recuperación de ésta.
Desde septiembre pasado, “la sanadora de Rosario”, sortea un adverso escenario. El mes pasado, el arzobispado de su ciudad natal le prohibió ejecutar sus habituales prácticas, argumentando que la imposición de manos solo podía ser utilizada por los sacerdotes, por lo que tomaron la decisión de desvincularla.
Cabe destacar, que en un inicio la iglesia respaldaba que Bergonzi realizara las actividades en sus templos, no obstante, las dudas en torno al manejo de sus finanzas terminaron por desgastar las relaciones que concluyeron con su desvinculación de la congregación.
La denuncia por estafa
Sin embargo, no fue el único flanco que tuvo que enfrentar Bergonzi. En paralelo, según consignó el diario La Nación, su ex productor, Alberto Castillejo, interpuso una demanda en su contra por estafa. Castillejo la habría contratado para realizar shows de música cristiana por un monto de $2 millones de pesos argentinos, pese a que los conciertos no acudió la cantidad de las personas esperadas.
Por otra parte, a partir de lo consignado por el citado medio, Bergonzi ha presentado una serie de contradicciones que ponen en tela de juicio sus finanzas. Ella explicó que no recibía donaciones, pero después se contradijo, y comentó que sí lo hacía, pero que el dinero se destinaba a la realización de eventos.
En una planilla de gastos correspondientes a noviembre de 2023, se evidencia que por la realización de cuatro ceremonias recibió un total de $2,3 millones de pesos argentinos en donaciones. En el mismo documento, al que accedió La Nación, se devela que existiría un acuerdo entre Bergonzi y la Iglesia por los fondos recaudados, pese a que en ocasiones anteriores la sanadora de Rosario habría negado este hecho.
Otra de las acciones judiciales contra Bergonzi fue interpuesta en la justicia Federal por Pablo Selum, fundador de la ONG Mentes Libres, acusando a la “sanadora de Rosario” de recibir dineros del gobierno provincial para levantar sus eventos.
La denuncia fue replicada por la diputada Amalia Granata. Mentes Libres, que aboga en contra de las sectas, solicitó una pericia para constatar la veracidad de los dones que se jacta tener “la sanadora de Rosario”.