El 11 de septiembre falleció el ex presidente peruano Alberto Fujimori a los 86 años. Sus mandatos estuvieron marcados por polémicas vinculadas a casos de corrupción, el “Fujishock” económico y la violación a derechos humanos por las que fue condenado. Tras su exilio en Japón, el 2005 fue detenido en Chile. Sus últimos años los pasó en la cárcel de Lima y fue liberado recién en 2023.
Por Fast Check CL
Durante la tarde del miércoles 11 de septiembre falleció el ex presidente peruano Alberto Fujimori a los 86 años, tras pasar varios días internado de gravedad producto de un cáncer.
Su deceso fue confirmado por su hija, Keiko Fujimori, con quien vivía en el distrito de San Borja. La líder del partido Fuerza Popular comunicó que el fallecimiento de su padre se debió a una ardua lucha contra el cáncer que padecía. Además, de otras complicaciones médicas que presentó, incluyendo una reciente fractura en su cráneo.
¿Quién fue Alberto Fujimori?
Alberto Kenya Fujimori Inamoto nació en Lima en 1938, cuatro años después de la llegada de sus padres de origen japonés al Perú. Realizó sus estudios escolares en tres establecimientos y luego ingresó a la Universidad Nacional Agraria La Molina de la cuál se tituló como ingeniero agrónomo.
Posteriormente, estudió en Física Pura en la Universidad de Estrasburgo en Francia y realizó un postgrado en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee en Estados Unidos, donde en 1969 obtuvo magíster en Ciencias Matemáticas.
A su regreso al Perú, se desempeño en el cargo de profesor en su ex casa de estudios, donde también ejerció como decano de la Facultad de Ciencias. Entre 1984 a 1989 ocupó el cargo de rector en la misma institución superior.
¿Por qué Fujimori es una figura polémica?
Durante su presidencia, Alberto Fujimori se enfrentó a distintas controversias, las que incluyeron casos de corrupción, el conocido “Fujishock” económico y violaciones a derechos humanos. A continuación, algunas de las más destacadas:
Sorpresivo triunfo electoral
El 10 de junio de 1990, la política peruana vivió un giro inesperado cuando Alberto Fujimori se impuso contra todo pronóstico sobre el escritor Mario Vargas Llosa en las elecciones presidenciales. Fujimori, en ese momento un ingeniero agrónomo poco conocido y rector de la Universidad Agraria La Molina, logró captar la atención del electorado con su candidatura bajo el movimiento Cambio 90.
Mario Vargas Llosa, reconocido autor y favorito de la contienda, había presentado un ambicioso programa de reformas económicas y privatizaciones destinadas a enfrentar una crisis económica severa. Sin embargo, sus propuestas generaron inquietud entre muchos votantes. Por otro lado, Fujimori, con una campaña basada en propuestas vagas y con un tono populista, logró conectar con un electorado cansado y esperanzado por un cambio.
Fujimori arrasó con más del 62% de los votos en la segunda vuelta electoral, una victoria sorprendente que marcó el inicio de una larga y controvertida carrera política.
“Fujishock”
En su primera presidencia, Fujimori heredó un país en medio de una profunda crisis económica y una hiperinflación que descontrolada. Para enfrentar esa situación, implementó una estricta política de ajuste, conocida como el “Fujishock”. Estas medidas fueron drásticas e incluyeron la eliminación de muchos subsidios estatales y la privatización masiva de empresas públicas.
El primer ministro de aquel entonces, Juan Hurtado Miller, fue el encargado de anunciar estas medidas al país. El mensaje fue televisado el 7 de agosto de 1990, concluyendo su discurso con una frase que sigue siendo recordada por los peruanos que vivieron esos difíciles años: “Que Dios nos ayude”.
El autogolpe de 1992
La noche del domingo 5 de abril de 1992 Alberto Fujimori anunció la disolución del Congreso, una “reorganización” del Poder Judicial y la formación de un “gobierno de emergencia y reconstrucción nacional”. Este drástico movimiento, conocido como el autogolpe del 92, desencadenó la intervención de las fuerzas militares, que tomaron el control de las principales instituciones del Estado.
Fujimori justificó su acción alegando que el Congreso estaba actuando de manera “obstruccionista”, bloqueando las reformas necesarias para abordar la crisis económica y enfrentar a Sendero Luminoso, un grupo armado que había escalado como una seria amenaza para la estabilidad de Perú.
Durante el caos, las fuerzas militares retuvieron brevemente al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer. Años después, Fujimori fue condenado por su implicación en estos secuestros, un episodio que marcó profundamente su mandato.
Captura de Abimael Guzmán
El 12 de septiembre de 1992, la policía peruana logró capturar a Abimael Guzmán, el líder de Sendero Luminoso. Este arresto marcó el comienzo del fin para la guerrilla maoísta, que había causado miles de muertes en Perú y se había convertido en una de las principales preocupaciones del gobierno a cargo de Fujimori.
Aunque la captura de Guzmán fue celebrada por el gobierno peruano como un importante triunfo, la Comisión de la Verdad y Reconciliación de 2003 reveló numerosos crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos por las fuerzas del Estado.
Por ello, Fujimori fue condenado en 2009 por su responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, perpetradas por el grupo paramilitar conocido como el Grupo Colina, que asesinó a 25 personas sospechosas de colaborar con Sendero Luminoso.
Asalto a residencia del embajador de Japón
El 17 de diciembre de 1996, un grupo armado del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomó por sorpresa una recepción oficial en la residencia del embajador japonés en Lima. Entre los rehenes se encontraban diplomáticos, autoridades y familiares del presidente Alberto Fujimori.
Los secuestradores exigían un cambio en la política económica del gobierno y el traslado de todos los presos de su grupo a la selva central de Perú. Fujimori rechazó estas demandas, pero propuso una solución pacífica.
El secuestro acaparó la atención global y dominó los titulares informativos durante semanas, colocando a Perú en el centro del escenario internacional.
La operación culminó, el 22 de abril de 1997, con la operación Chavín de Huántar, con la liberación de los rehenes y el fin del secuestro.
Caída de Fujimori
El año 2000 marcó el inicio del colapso para el presidente Alberto Fujimori, quien enfrentó una crisis sin precedentes debido a un escándalo de corrupción que precipitó su caída.
En septiembre de ese año, el escándalo estalló cuando se filtraron a la prensa videos comprometidos de Vladimiro Montesinos, su principal asesor de seguridad. En las grabaciones, Montesinos aparecía entregando sobres llenos de dinero a políticos, empresarios y otras figuras influyentes. Estos videos, que Montesinos había utilizado para asegurar la lealtad de los sobornados, incluían a congresistas y directores de medios de comunicación, revelando un entramado de corrupción que se extendía por todo el gobierno.
Este escándalo provocó una oleada de indignación pública y un creciente rechazo hacia el gobierno de Fujimori.
Montesinos huyó al extranjero, mientras que Fujimori, en un movimiento inesperado, envió su renuncia desde Tokio durante una gira internacional. Esta maniobra fue interpretada como un intento de evitar posibles cargos judiciales.
El Congreso peruano no aceptó la renuncia y, en su lugar, optó por destituir a Fujimori mediante una vacancia por incapacidad moral permanente. Por otra parte, Montesinos fue arrestado en Venezuela y extraditado a Perú, donde actualmente cumple una condena por sus delitos.
De este modo, Fujimori permaneció fuera del país durante años, ignorando las solicitudes de los tribunales peruanos, hasta que fue detenido en Chile en 2007.
Tras su extradición a Perú por las autoridades chilenas, Fujimori fue condenado por violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, fue liberado en 2023, cuando el Tribunal Constitucional ratificó el controvertido indulto que le había concedido en 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, permitiéndole salir de prisión por razones de salud.
Esterilizaciones forzadas a mujeres durante su mandato
Durante el gobierno de Alberto Fujimori, se implementó un programa masivo de esterilización a mujeres afectando principalmente a aquellas que se encontraban en situación de vulnerabilidad, fundamentado que era llevado a cabo para erradicar la pobreza de su país.
Aproximadamente 300 mil mujeres fueron esterilizadas, de las cuales solo el 10% lo hizo de manera voluntaria.
Las esterilizaciones se realizaron en condiciones insalubres y sin el consentimiento informado adecuadamente, generando así graves daños psicológicos significativos y, en algunos casos, la muerte.
El legado de Fujimori está marcado por políticas extremas que, bajo el pretexto de combatir el “terrorismo” o la pobreza, causaron un daño duradero a una gran parte de la población peruana.
Aunque el expresidente ha fallecido, las víctimas y sus familias siguen demandando justicia por los abusos sufridos, subrayando que las deudas del pasado aún deben ser saldadas.