Según información pública -procesada por Fast Check CL-, en los últimos diez años (2013-2023) la natalidad de nuestro país pasó de 242 mil a 171 mil, lo que equivale a una caída del 29%. Al examinar por cada región, la situación varía de acuerdo al criterio de análisis. Por ejemplo, por tasa de 1.000 habitantes, las regiones más críticas están en el norte, entre ellas: Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
Por Elías Miranda M.
Esta semana, el diario La Tercera dio a conocer que los nacimientos del primer semestre en 2024, disminuyeron en un 22,9% con respecto al mismo periodo de 2023.. La información es informada regularmente por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a través de su sitio web, en cuadros estadísticos que incluyen natalidad, mortalidad, matrimonios, unión civil; entre otros.
Por su parte, Fast Check CL optó por extender el periodo de comparación, correspondiente a diez años; es decir, se extrajeron los datos entre 2013 y 2023 para medir la evolución de la natalidad en Chile. Todas las mediciones recabadas por este medio constatan una caída sostenida en este aspecto, tanto por la frecuencia como en la tasa por cada 1.000 habitantes.
Una caída del 29%
Para comprender la natalidad en una panorámica amplia, vale decir que se consideraron diez años de evolución, los que van desde 2013 a 2023. A la fecha, los números en 2024 siguen siendo preliminares y sujetos a correcciones.
Al medir la variación entre 2013 y 2023 a nivel nacional, los nacimientos pasaron de 242 mil a 171 mil, respectivamente, lo que equivale a una caída del 29%. El número comenzó a descender significativamente desde 2015 (ver gráfico abajo), siendo el 2019 el último periodo en que la natalidad superó los 200 mil.
Marinella Mazzel, socióloga, demógrafa y subdirectora de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, explica que es difícil de hablar uno, pues “hay múltiples factores que inciden en la caída del número de nacimientos”.
“Algunos son más estructurales, que tienen que ver con cambios profundo en lo social y en lo cultural, y otros que se relacionan con procesos más coyunturales, como la percepción de una crisis económica, del alto costo en la crianza, de las dificultades para tener un trabajo estable. Hay una percepción de varios de esos factores, que en su conjunto, generan esta diminución“, afirma.
Las regiones más críticas
Observando los mismos datos pero desagregados por región, queda en evidencia que todas cayeron en 2023 al compararlas con 2013. El descenso en el número de nacimientos es especialmente crítico en cinco regiones del país: Atacama, Coquimbo, Metropolitana, Aysén y Magallanes.
Estas cinco regiones superan el 30% de decrecimiento en natalidad, por encima de las 11 restantes que, en su mayoría, se ubican debajo de dicho porcentaje. El Ñuble es la región que menos descenso concitó, con solo un 16%.
A juicio de Marinella Mazzel, “la zona norte del país tiene tradicionalmente el número más alto de nacimientos. Principalmente, de madres extranjeras”, explica.
“Las regiones que tenían más nacimientos estaban en la zona norte, porque allí se congregan, principalmente, madres extranjeras. Pero lo que se ve es que aquellas regiones que, en general, tiene tasas tradicionalmente altas -como la zona norte, porque están colindantes con países vecinos donde los niveles de fecundidad son más altos-, es que los cambios sociales y culturales que están detrás del fenómeno de la caída de reproductividad, están afectando con mayor rapidez aquellas zonas”, recalca Mazzel.
Las tasa por mil habitantes
En cuanto a la tasa de natalidad por 1,000 habitantes -medición frecuente para medir la fecundidad-, el asunto es todavía más preocupante, pues en todas las regiones del país la reproductividad ha ido en picada.
Fast Check CL, al examinar por cada una de las regiones, detectó que en Antofagasta, Atacama y Coquimbo, hay una caída por más del 40% al comparar la tasa de 2013 con 2021 (último dato disponible por el INE).
“La caída de los nacimientos y la tasa de natalidad es transversal a todo el país, afecta a todas las regiones. Entre los factores que influye, es la postergación hacia las edades más avanzadas de optar por tener un bebé”, complementa Mazzel.
A lo anterior, la experta agrega: “Lo mismo ocurre a nivel regional, como en la zona sur y extremas que cuentan con poblaciones más envejecidas. En ese sentido, por ejemplo, las regiones de La Araucanía, el Ñuble, el Biobío, Antofagasta; presentan tasas más bajas. El envejecimiento progresivo de la población es otro factor que influye en la caída reproductiva, también el grupo de mujeres en edad fértil”.