En medio de la discusión por proyectos que buscan suprimir el voto extranjero, Fast Check CL examinó el padrón definitivo entregado por el Servicio Electoral (Servel) para las elecciones locales de octubre. Tras comparar los datos con 2017, constatamos que el padrón de extranjeros en Chile aumentó en un 194%. Entre las nacionalidades extranjeras con mayor crecimiento, se registran la venezolana y la haitiana.
Por Álvaro Marchant y Elías Miranda
El día martes 13 de agosto la Cámara de Diputados y Diputadas aprobó el proyecto de ley con veto presidencial que establece que las elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores regionales, serán en dos días, es decir el próximo sábado 26 y domingo 27 de octubre.
La iniciativa fue aprobada con 138 votos a favor y 2 en contra. Luego de un intenso debate al respecto, ya se pueden dilucidar algunos factores que marcaran las votaciones. En primer lugar, los sufragios serán de carácter obligatorio, todo aquel que no cumpla con esto deberá pagar una multa de 0,5 UTM ($33.000). El Juzgado de Policía Local será el encargado de emitir el castigo.
Contrario a la álgida discusión que se tuvo en torno a la elección en dos días, que ya se encuentra zanjada, otros factores que merodean los sufragios se cocinan a fuego lento. Uno de estos es el voto extranjero, el cual, y en concordancia con la realidad del país, ha experimentado un fuerte auge en los últimos años.
La variación del padrón
A partir de los datos expuestos por el Servicio Electoral de Chile (Servel) en su sitio web, desde 2017 hasta la actualidad, el padrón electoral extranjero ha aumentado en un 194%. Y, es que en el año 2017, la cantidad de extranjeros que podían votar en el país era de 267.116 personas, sin embargo, para los comicios de octubre próximo, esa cifra aumentó a 786.466.
La evolución del padrón electoral extranjero, como puede apreciarse, ha sido sostenido en el tiempo. A la fecha, hay en total 15.450.574 millones de personas habilitadas para votar en el país, del cual, 786.466 son extranjeros. Por lo tanto, el 5% de ese total corresponde a posibles votos migrantes.
Las nacionalidades
De los mismos datos disponibles por el Servel, se advierte que las nacionalidades que registran mayor cantidad de personas inscritas en el padrón electoral definitivo son: la peruana (191.383); la venezolana (174.851); y la colombiana (95.407).
Al desagregar los datos publicados por el ente electoral, se pudo trazar el aumento de cada nacionalidad en cuanto al padrón electoral extranjero. En la misma lógica, se encontraron datos sorpresivos, ya que al ver la variación entre 2017 y 2024, los ciudadanos haitianos experimentaron un aumento del 6.381%, pasando de 1.180 a 76.481 personas.
Una realidad similar ocurrió con los venezolanos. En 2017, eran 3.441 las personas provenientes del país caribeño que conformaban el padrón electoral extranjero, no obstante, actualmente son 174.851 los ciudadanos que pueden sufragar en los comicios nacionales. Si se analizan estos números desde la óptica porcentual, el auge alcanza un 4.981%. Otros países que han experimentado una variación considerable son: Colombia con un 427% y Bolivia con un 239,1%.
El caso de Perú es distinto, dado que si bien es el país con más presencia en el padrón electoral extranjero actual (191.383) — incrementado su porcentaje en relación a años anteriores— siempre se ha mantenido en un alza constante, por lo cual su crecimiento no ha sido significativamente mayor en comparación con otras nacionalidades.
Gonzalo Parra —cientista político y profesor en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile—, comenta que este fenómeno se explica debido a olas migratorias de diferentes características:
“Los flujos migratorios hacia Chile hasta mediados del 2014-2015 eran principalmente de países fronterizos. La segunda ola deja de ser de estos países y es más bien una migración transfronteriza de Ecuador, Colombia, posteriormente población haitiana; y últimamente un flujo muy importante de venezolanos”.
En la misma línea comenta que “si miramos las cifras desde 2017, y considerando que para tener derecho a sufragio este grupo necesita cinco años de residencia definitiva, ésto podría explicar el aumento. Desde un stock inicial muy bajo a una presencia masiva del elector venezolano”.
La puerta de entrada
El auge de la población migrante en el país no solo se ha convertido en un mixtura de aspectos culturales, sino que también en la demografía de las distintas comunas. A raíz de lo mismo, ciertas localidades concentran una mayor cantidad de ciudadanos extranjeros que otras, desembocando un cambio en el padrón electoral.
Al ser la puerta de entrada al país, ciertas comunas de la zona norte han experimentado un incremento de la población migrante y, en consecuencia, de su padrón electoral. Uno de los municipios que vive esta realidad es el de San Pedro de Atacama —ubicada en la Región de Antofagasta—, cuyo padrón definitivo es de 8.210 personas, siendo 1.415 los extranjeros registrados, es decir, un 17% del total.
A poco menos de una hora y media se encuentra Calama, localidad que comparte el mismo panorama. De las 132.513 personas habilitadas para sufragar, 20.922 son extranjeros, lo que se traduce en un 16% del padrón.
En la misma región, Mejillones también ha cambiado su padrón electoral en los últimos años, de las 10.635 personas, 1.808 son extranjeros. Tanto en San Pedro de Atacama, Calama y Mejillones, predomina la nacionalidad boliviana por sobre otras, con 934, 13,614 y 1,281, respectivamente.
Finalmente, la ciudad de Iquique — ubicada en la Región de Tarapacá— es la última en el listado de comunas del norte con mayor incremento de votantes extranjeros. En concreto, de los 165,299 habilitados para sufragar, 28,159 tienen una nacionalidad distinta a la chilena, en otras palabras el 17% de los votantes. En esta localidad, los ciudadanos peruanos lideran el listado de inmigrantes inscritos con 10,603.
La realidad de la capital
Por otra parte, en la Región Metropolitana, la lista del padrón electoral de 2024 está encabezada por: Independencia, Santiago, Estación Central y Recoleta.
En el caso de Independencia los datos muestran un padrón electoral de 90.971 personas, de este total, 29.646 corresponden a ciudadanos extranjeros, cifra que traducida a porcentaje representa el 33%. Dentro de ese dato, la nacionalidad peruana predomina con 13.383 personas.
La comuna central de la capital, Santiago, figura como una de las localidades con más ciudadanos habilitados para sufragar (378.358), no obstante, el 32% (120.662) de este número corresponde a personas migrantes. En el territorio liderado por la alcaldesa Irací Hassler, la comunidad venezolana domina el total extranjero con 46.164 ciudadanos.
Una de las comunas colindantes con Santiago es Estación Central, precisamente, la tercera en el podio de zonas que registran mayor votantes extranjeros. Dicho municipio cuenta con un padrón definitivo de 129.759 personas, del cual 26.970 (21%) son migrantes. Al igual que en su comuna vecina, los venezolanos son mayoría con 46.164 registrados.
Finalmente, Recoleta es la cuarta comuna con más presencia de extranjeros dentro de su padrón electoral final para las votaciones de octubre. Son 136.223 las personas que pueden elegir al próximo jefe comunal, sin embargo, de este total 21,948 (16%) son extranjeros. En su mayoría, y al igual que en Independencia, los peruanos dominan el registro con 12.497 ciudadanos.
Para el cientista político Gonzalo Parra, es en estas comunas donde el voto extranjero puede tener mayor impacto en el resultado, y no así en las otras comunas. Sin embargo, comenta que “el efecto que tenga la población migrante en las votaciones puede estar mediado por la idea del Ejecutivo de no sancionar el ausentismo electoral en la población migrante, dado que podría hacer que este grupo de la población no participe”.
Los proyectos para suprimir
Luego del debate que se dio en el Senado en torno a la obligatoriedad del voto extrajero, el pasado 10 de julio, el diputado Daniel Manouchehri (PS) y Daniella Cicardini (PS) presentaron un proyecto de ley que buscaba que las personas migrantes que llevan más de cinco años en el país, solo puedan votar en elecciones municipales.
En aquella instancia, Cirardinni, justificó el proyecto explicando que “el objetivo de esta medida es poder asegurar que las decisiones claves de Chile sean tomadas exclusivamente por ciudadanos chilenos”, aludiendo a que no deberían votar en comicios presidenciales.
Sobre esta situación, Manouchehri comentó a Fast Check CL que “el país vive una situación compleja debido a una inmigración descontrolada y nunca antes vista en nuestra historia. Probablemente en el corto plazo lleguemos a más del 10% del padrón electoral constituido por extranjeros no nacionalizados”.
Además, el parlamentario cuestionó que personas extranjeras tengan la posibilidad de tomar decisiones de Estado. “A mi juicio no es bueno. Perfectamente podrían agruparse como fuerza política, elegir parlamentarios, incluso un presidente, donde primen intereses extranjeros”, señaló Manouchehri.
La iniciativa de solo castigar al votante chileno y no al extranjero ha generado asperezas dentro de la oposición. De hecho, tras conocerse que el Ejecutivo vetaría el proyecto que establecía votaciones en dos días, la diputada Marlene Pérez (IND- UDI) acusó que “el Gobierno y su coalición están alterando las reglas del juego, cambiándolas a su favor sólo con un interés electoral”.
En respuesta a estas acusaciones, Manouchehri explica que “la derecha, con calculadora en mano, ha visto en los extranjeros un botín electoral, y se les ha olvidado ese patriotismo con el que suelen hacer gárgaras y se han vuelto los más defensores de lo que los extranjeros decidan el rumbo de nuestra patria”.
¿Votos a la derecha?
Si bien no se puede saber con exactitud por quién votan la mayoría de los extranjeros, una encuesta publicada el pasado 13 de julio por Panel Ciudadano-UDD, ha permitido arrojar algunas luces sobre el voto migrante en nuestro país.
Los resultados presentados indican que el 33% de los votantes extranjeros se inclinaría por José Antonio Kast (Partido Republicano), y un 28% por Evelyn Matthei en unos futuros comicios. Además, expone que el 18% de los venezolanos en el país se reconocen de derecha y el 5% de izquierda.
Ante esta situación, Parra señala que estas discusiones deberían estar basadas en cuanto a la evidencia de la política comparada con otros países, y agrega que el debate no debería realizarse en medio de ciclos electorales:
“Los legisladores y legisladoras tienen todos los incentivos para tomar decisiones y adoptar diseños institucionales que los favorecen, ya sea para facilitar la participación extranjera o restringirla”, sentencia el académico.