Eurojust es el nombre de la compañía de la cual también forman parte países como: Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Perú. La alianza busca una “cooperación estratégica más eficaz” contra actividades delictivas transatlánticas, como el tráfico de drogas y armas, entre otras.
Por Fast Check CL
Este miércoles las fiscalías de Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Chile firmaron un acuerdo con la agencia europea de coordinación judicial, Eurojust. La finalidad de la alianza es buscar una “cooperación estratégica más eficaz” contra actividades delictivas transatlánticas, como el tráfico de drogas y armas, el blanqueo de capitales y ciberdelincuencia.
Fueron los fiscales de dichas naciones los que asistieron al evento realizado en La Haya, elevando a seis el número de países latinoamericanos con un acuerdo de trabajo firmado con Eurojust.
El Fiscal Nacional de Chile, Ángel Valencia, destacó que “en Iberoamérica ya tenemos una historia de cooperación y compartimos una visión común para enfrentar la criminalidad organizada. Si ahora logramos replicar esa dinámica a ambos lados del Atlántico, sin duda generaremos grandes resultados. Solo así podremos debilitar y desarticular a las organizaciones criminales que no conocen fronteras, apuntando a afectar sus bienes y sus fuentes de financiamiento”
Los acuerdos de trabajo “reforzarán la cooperación” y permitirán a los países firmantes “incrementar el uso de las herramientas de coordinación judicial” que ofrece esta agencia, pero no suponen la asignación de un oficial de enlace de esos países a la sede de Eurojust en La Haya.
El 68 por ciento de las redes delictivas más peligrosas operan a escala mundial, y el 36 por ciento de ellas se dedican al tráfico de drogas, según un informe de la agencia de cooperación policial Europol.
El presidente de Eurojust, Ladislav Hamran, enfatizó en que el tráfico de drogas es “la actividad delictiva más lucrativa en la UE, ya que genera un mercado ilícito con unos ingresos anuales de al menos 31.000 millones de euros”, e instó a buscar una respuesta “eficaz y colaborativa” para mitigar y detener “el enorme daño” a las sociedades e individuos en la UE y América Latina.