La empresa fue oficiada por el Sernac en marzo de este año, con la finalidad de conocer el tratamiento y protección de los datos personales de las personas que escaneaban su iris. Su directora de comunicaciones y marketing, Astrid Vasconcellos, afirmó que implementarán nuevas medidas de seguridad.
Por Fast Check CL
Worldcoin es el nombre de la empresa que escaneaba el iris de las personas a cambio de un bono en criptomonedas. Las principales dudas acerca del proyecto, nacieron por el tratamiento que tenía la información proporcionada por las personas.
El proyecto, dependiente de Tools for Humanity, fue creado en 2019 por Alex Blania y Sam Altman, CEO de Open AI, la empresa responsable de Chat GPT. Cabe destacar, que los puestos de Worldcoin se encontraban en lugares de gran flujo de personas, como los centros comerciales.
Las personas que quisieran vender su iris, solo tenían que cumplir tres requisitos: no ser un ciudadano estadounidense, no poseer VPN —es decir, no poseer una ubicación registrada en Estados Unidos—, y ser mayor de edad. Sin embargo, para confirmar este último punto, no se solicitaba ningún documento que lo avalara.
Las criticas no tardaron en llegar e incluso el Sernac se hizo presente en la discusión. En marzo de este año, el servicio ofició a Worldcoin, solicitando información detallada sobre el almacenamiento, tratamiento y protección de los datos de los consumidores.
Bajo este contexto, la directora de comunicaciones y marketing para Latinoamérica de Tools for Humanity, Astrid Vasconcellos, en entrevista con La Segunda, afirmó que Worldcoin hizo cambios “en base a las críticas y controversias que se generaron”.
En la misma línea, añadió que ahora se solicita el carnet de identidad antes de proceder al escaneo.
“Lo que no hacíamos y ahora hacemos es verificar la edad. Antes de que se ingrese en un sitio de verificación tiene que mostrar su DNI, y la razón por lo que no lo hicimos antes, es que uno de los pilares fundamentales del proyecto es la privacidad y seguridad” explicó la directora.
Por otra parte, Vasconcellos, revela que ahora también se puede eliminar el código del iris, en caso de que la persona así lo quiera, recalcando a su vez de que lo almacenado es el código y no la imagen del iris del ojo, el cual se “borra automáticamente”.
Finalmente, la ejecutiva hace un mea culpa y afirma que “lo más importante es que la gente comprenda el real motivo del proyecto (…) Hay mucha desinformación y falta de educación sobre el proyecto, que fue nuestra culpa, quizás, porque es bastante novedoso y complejo”.