Nestlé enfrenta una demanda en Chile presentada por la distribuidora “Flor y Nata”, que acusa a la multinacional de manipular precios y perjudicar a los minoristas. Según la denuncia ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), Nestlé habría abusado de su posición dominante en el mercado para beneficiar a grandes cadenas de supermercados, en detrimento de los pequeños comercios y distribuidores, dejando a los consumidores finales con menos opciones y precios más altos.
Por Fast Check CL
“Flor y Nata”, una distribuidora de productos de Nestlé, presentó una demanda contra la multinacional ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). La empresa, dirigida por José Eduardo Galaz, alega que Nestlé ha abusado de su posición dominante en el mercado, lo que ha afectado gravemente sus operaciones.
En su denuncia, Galaz explica que “Nestlé Chile ha abusado de su posición dominante y del control absoluto de los costos e ingresos”, según informó el Diario Financiero. La acusación se centra en la política de precios de Nestlé, que beneficia a las grandes cadenas de supermercados y perjudica a los pequeños comerciantes que compran a través de “Flor y Nata”. Esta estrategia, según Galaz, busca excluir a su empresa del mercado, algo que, según él, Nestlé ha hecho con otras distribuidoras en el pasado.
Cabe destacar que Galaz, quien trabajó en Nestlé hasta 2005 y llegó a ser jefe nacional de ventas de la Representación Comercial Comisionista (RCC), comenta que los pequeños comercios no pueden competir con los precios ofrecidos a las grandes cadenas, situación los obliga a comprar directamente de los supermercados en lugar de usar los servicios de su distribuidora.
En este sentido, el conflicto se intensificó en julio de 2023, cuando Nestlé redujo unilateralmente la “tasa de inversión” para el canal mayorista directo en un 40%, dejando a los comisionistas sin la capacidad de promocionar los productos de manera efectiva frente a los supermercados y mayoristas. Además, la comisión por ventas se redujo drásticamente, pasando del 17.7% al 6.8%, lo que hizo que la operación de la distribuidora fuera insostenible.
Finalmente, Galaz sostiene que Nestlé utilizó sus servicios para entrar en nuevos mercados y captar clientes, solo para luego excluir a “Flor y Nata” y quedarse con esos clientes. La demanda argumenta que esta práctica afecta negativamente a los consumidores finales, quienes no pueden acceder a productos a precios más bajos fuera de las grandes cadenas de supermercados, lo que limita su capacidad de elección y aumenta los precios para ellos.