Este lunes, Luis Castillo —indultado por el Presidente Gabriel Boric en 2022— fue condenado a cuatro años de cárcel por los delitos de robo con intimidación y violencia. Su caso fue un problema para el Gobierno desde un principio: amplio historial delictivo y una detención por presunto secuestro un año después. Esta es la historia de un reincidente que, en algún momento, llamó a «seguir luchando».
Por Fast Check CL
La ministra Carolina Tohá tenía casi todo listo. Lideraba la mesa de seguridad y esperaba cerrarla antes de que finalizara el 2022. La instancia contempló más de 10 reuniones, comisiones de trabajo, propuestas y contrapropuestas. Pero ese 30 de diciembre, todo se vino abajo. Parlamentarios de oposición se restaron de las tratativas por una sencilla y contundente razón: los indultos.
El mandatario, amparado en las facultades que le provee la Constitución, le otorgó el beneficio a 13 personas que fueron condenadas por distintos delitos, la mayoría vinculados al estallido social. Entre ellos: Felipe Santana, Cristián Cayupan, Francisco Hernández, Jordano Santander, Bastián Campos, Juan Bastián Olguín, Claudio Romero, Brandon Rojas, Alejandro Carvajal, Matías Rojas, Sebastián Montenegro, Jorge Mateluna y Luis Castillo.
Con el paso de los días, los cuestionamientos a la decisión del jefe de Estado fue en aumento, a medida que se iban conociendo los antecedentes delictuales de varios de los indultados, como la situación de Luis Castillo Opazo.
Castillo Opazo terminó siendo el principal motivo por el que ministros y el propio Presidente, tuvieron que salir a dar declaraciones. Todo terminó peor: Castillo volverá a la cárcel.
La condena en el estallido social
El 11 de noviembre de 2019, Luis Castillo se movilizaba junto a un grupo de sujetos por calle Los Carreras, al frente de la Intendencia, en Copiapó (Región de Atacama). Fue ahí cuando se encapuchó y comenzó a realizar destrozos, tirar piedras y elementos contundentes a Fuerzas Especiales de Carabineros.
Al día siguiente, en otro punto de la ciudad, ingresó con un tumulto de personas a las instalaciones de Aguas chañar y «comenzó a efectuar daños y destrozos a las instalaciones de la empresa señalada», describen los hechos imputados.
Consecutivamente, Luis Castillo siguió participando de marchas y manifestaciones en las que se le apuntó como responsable de destrozos, altercados y sustracción de elementos desde el Registro Civil de Copiapó, de un liceo y una farmacia.
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Por estos hechos, fue condenado —en 2021— a cuatro años de cárcel, por seis delitos de desórdenes públicos, cuatro delitos de robo en lugar no habitado, tres delitos de daños simples y un delito de daño calificado.
Su vida en Copiapó
Luis Arturo Castillo Opazo nació en 1985. Sus primeros antecedentes delictuales se remontan a 2005 —de acuerdo al material documental del Poder Judicial—, cuando resultó condenado tras un hurto simple.
Castillo tuvo una vida cruzada por la precariedad. De acuerdo a testimonios de sus padres, en algún periodo de su juventud, llegó a ser adicto a la pasta base, influenciado por sus amistades en la población Los Minerales de Copiapó. Estuvo cuatro meses en un centro de rehabilitación.
En su niñez, tuvo una enfermedad y fue enviado a un especialista. De acuerdo a la información recabada por Fast Check CL, Castillo se ponía morado, su piel se manchaba y se le recetó fenobarbital hasta los 6 años.
Comenzó a trabajar desde temprana edad, en una pescadería de una feria libre de la comuna nortina. Dejó los estudios en primer año de educación media tras reprobar.
En 2007, obtuvo condena de 10 años de prisión como autor de dos delitos de robo con violencia e intimidación, en grado de tentativa. Anteriormente, en 2006, su hoja de vida describe otros ilícitos cometidos.
Los avisos de Gendarmería y la decisión final
«Muy respetuosamente a Ud. vengo a solicitar me conceda el ‘indulto presidencial’ dentro de sus facultades (…), ya que yo sólo salí a luchar por mis derechos como todo ciudadano común», rezaba una carta que Luis Castillo escribió y firmó con su puño —en marzo de 2022— dirigida al Presidente Gabriel Boric.
Por ese entonces, Luis Castillo estaba calificado como «Muy Alto» en el nivel de riesgo de reincidencia. De acuerdo a un informe de Gendarmería, Castillo contaba con «una historia delictual actitud/orientación procriminal y patrón antisocial».
A juicio de dicha institución, Castillo tenía un «bajo manejo y control de sus emociones, en especial las agresivas, por lo que tiende a responder de manera inadecuada y violenta».
Pero llegó el 30 de diciembre de 2022 y los indultos se dieron a conocer (ver acá). El propio Boric, dada las críticas, argumentó su decisión indicando «que hay que sanar las heridas, acá vivimos un proceso que fue tremendamente complejo en donde estos son jóvenes que no son delincuentes y es un compromiso personal que yo tenía».
Tras salir del penal, Castillo —a través de un video—, emitió un comunicado: «Salgan de las trincheras, que sigan luchando, no bajen los brazos, manténganse firmes. A todos mis hermanos que siguen presos no claudiquen, mantengan las convicciones intactas, porque donde exista miseria va a haber rebelión».
La reinserción de Castillo
El 14 de diciembre de 2023, en la madrugada, una mujer —en adelante víctima— fue abordada por Monserrat Gatica en el sector alto de Copiapó, para dirigirse al Casino de la ciudad en busca de Luis Castillo Opazo. Pasaron a una botillería para comprar alcohol y luego se juntaron con otros amigos y su pareja. Pasaron la noche en un mirador consumiendo alcohol y drogas.
Transcurridas las horas, y ante la falta de más insumos, Luis Castillo golpeó con sus puños a la víctima y la introdujo en el maletero del vehículo en el que se movilizaban. Tomaron el auto —con intenciones de robarlo— y se fueron hacia el centro de Copiapó. Allí, en una sucursal de Copec, fueron aprehendidos por Carabineros, donde Castillo se encontraba bajo los efectos de estupefacientes.
Por este hecho, Luis Castillo fue condenado el pasado 29 de abril, a cuatro años y un día por los delitos de robo con intimidación y violencia, y manejo bajo la influencia de estupefacientes. Deberá cumplir la pena de manera efectiva. Junto a él, también resultó condenada su pareja, Camila Morales.
- Lee la condena acá.
Conocida la condena, fue la ministra de la Segegob, Camila Vallejo, quien salió a dar una vocería: «Uno no puede predecir el comportamiento futuro (…) Es una decisión del Presidente de la República que tuvo su justificación, su racionalidad y su criterio, y los riesgos de eso son todos conocidos».
Finalmente, en entrevista con la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), Boric reconoció que «evidentemente, a todas luces que él haya estado incluido dentro de los indultos, creo que fue un error».
Así es como, a la luz de los hechos, Luis Castillo reingresó a la cárcel. Cabe agregar que el indulto no borra delitos, dado que continúa con el carácter de condenado para los efectos de la reincidencia, como lo es ahora el caso de Castillo.