La cannabis sativa (marihuana), pasta base y cocaína son las sustancias más decomisadas entre el 2020 al 2023. Tanto en 2022 como en 2023, se decomisaron 300 kg de marihuana de todas las cárceles chilenas. Año tras año han ido aumentando su presencia en los distintos recintos penitenciarios del país, pero una cuarta droga asoma con fuerza dentro de los penales: la ketamina. En este reportaje, Fast Check CL revela el número de decomisos y los centros penales más fiscalizados en Chile.
Por Álvaro Marchant y Fast Check CL
El tráfico de drogas es una problemática que, si bien lleva años siendo parte de la preocupación de las autoridades, en el último tiempo no solo ha ganado territorio, sino que ha ampliado su oferta en Chile.
Fue en 2021 cuando el alza de la comercialización de drogas comenzó a dilucidarse con más claridad, según el programa Micro Tráfico Cero (MT-0) de la Policía de Investigaciones (PDI). En esa oportunidad la cantidad de droga incautada fue 2,5 veces mayor en comparación con la incautada en 2020.
A partir de los datos entregados por el mismo programa MT-0, en 2021, las tres drogas que más se traficaron fueron: cocaína, clorhidrato de cocaína y, por último, cannabis sativa, que se posicionó como la sustancia más incautada, abarcando el 207% del total.
A través de datos solicitados por Ley de Trasparencia, Fast Check CL solicitó información sobre las drogas en 2023 a Gendarmería y pudo acceder al tipo y cantidad de estupefacientes decomisados en los distintos recintos penitenciarios del país entre 2020 y 2023. Estos registros nacen de las pruebas de campos realizadas por el Equipo de Canes Adiestrados (E.C.A) de Gendarmería.
El incremento sostenido
Uno de los factores en común que se pudo extrapolar de las cifras entregadas, es la hegemonía que tiene la cannabis sativa dentro de los penales, transformándose a lo largo de los tres años, en la droga más confiscada. En 2020, se incautaron 120 kilos, al año siguiente esa cantidad se duplicó llegando a los 233 kilos. En 2022 se experimentó un crecimiento exponencial de marihuana alcanzando los 300 kilos, número que se mantuvo durante 2023.
Los estupefacientes que siguen en la lista son la pasta base y la cocaína, respectivamente. La cantidad de la primera (pasta base) decomisada en 2020 llegó a la cifra de 61 kilos. En contraste con el año siguiente, esa cantidad aumentó 100 kilos. El alza no cesó y en 2022, se lograron incautar 234 kilos, es decir 73 kilos más. Por último, en 2023, la cifra bajó levemente a los 201 kilos de dicha sustancia.
En cuanto a la cocaína, el ciclo es similar. A finales de 2020 el decomiso fue de un total de 13 kilos, cifra que se duplicó a finales de diciembre donde se registraron 30 kilos. Si bien el crecimiento en la cantidad decomisada no fue tan abrupta como la paste base, en el caso de la cocaína, fue en aumento hasta finales de 2023, a diferencia de su antecesora que en dicho año experimentó un descenso. En 2022 se incautaron 46 kilos de cocaína, los cuales al año siguiente ascendió a 55.
Desde Gendarmería comentaron a Fast Check, que el aumento se «explica por el crecimiento exponencial de la población penal, puesto que a inicios del 2022 había 41.000 personas privadas de libertad, mientras que a la fecha alcanza 54.000, lo que se traduce en un aumento del 30% más. El hacinamiento es una problemática histórica del sistema penitenciario, agudizada durante la última década, ya que desde 2012 no se había aumentado la cantidad de plazas en las cárceles».
La cuarta droga que asoma con fuerza
Hace unos días el multimillonario Elon Musk confesó que, mediante prescripción médica, consume ketamina para tratar la depresión. Lo paradójico de la situación es que, precisamente, es la misma droga que emerge como la cuarta sustancia identificable más decomisada en las cárceles chilenas.
El “hidrocloruro de ketamina” es un anestésico de rápida acción, que se utiliza en humanos especialmente para inducir y mantener la anestesia, aunque donde más se aplica es en animales, donde actúa como tranquilizante. Si se usa en altas dosis puede producir intoxicación y genera efectos alucinógenos similares a los del LSD.
La versatilidad de la ketamina ha desembocado en que se mezcle con otras sustancias para incrementar sus efectos, siendo una de las combinaciones más comunes la de estimulantes como la cafeína o empatógenas como el MDMA (éxtasis).
La mezcla de de estos psicotrópicos lleva el nombre de, lo que comúnmente se conoce como, «Tussi», droga que se ha popularizado entre artistas urbanos chilenos, a través de las propias canciones que hablan sobre sus efectos.
En 2020, la ketamina asomaba tímidamente en las cárceles de Chile, alcanzando solamente 88 gramos decomisados al año. Pero, al año siguiente, la unidad de medida sería diferente, ya que la cantidad incautada sería de 3 kilos. Y, en 2022 y 2023, aumentó un kilo por año, alcanzando 5 kilos a finales del año pasado. Esta cantidad es, por supuesto, lo que se decomisa, mas no lo que realmente se consume dentro de los penales.
Un funcionario de Gendarmería —que pidió reserva de su identidad— explica a Fast Check CL, que entre las razones del aumento de la presencia de ketamina en las cárceles, es el factor económico, ya que las drogas dentro de los penales cuestan 7 u 8 veces más que en el exterior, por lo que el ingresó de «nuevas» drogas como esta, es una fuente de ingreso importante para los internos.
Los recintos más fiscalizados en 2023
Por proporción, los penales con mayor población son los lugares en que más cantidad de droga es decomisada. Desde Gendarmería explican que las sustancias ilícitas principalmente ingresan «mediante lanzamientos desde el exterior de los recintos penitenciarios y también a través de las visitas.
Además, se ha detectado el uso de drones para intentar ingresar elementos prohibidos a los recintos penales». Sobre lo mismo añaden que, al ser más personas, los lanzamientos y visitan aumentan, por ende el ingreso de sustancias ilícitas también.
Es por esto que en ciertos penales, el número de pruebas de campos realizadas por la ECA, se vincula con la población penal que tengan.
En cuanto a la Región Metropolitana, destaca el C.C.P Colina Dos, el Centro de Detención Preventiva (C.D.P) Puente Alto, y el C.D.P Santiago Uno. En 2023, se realizaron 24.624 pruebas de campos, de los cuales 18.542 corresponden a todas las regiones del país excluyendo a la Región Metropolitana, la que representa 6.082 del total.
Las soluciones que sortea Gendarmería
Problemas reales necesitan medidas concretas, y es por esta razón que desde la misma institución comentan que hay dos proyectos en marcha: la inhibición de teléfonos celulares, y la instalación de mallas perimetrales y aéreas en determinado penales.
No obstante, enfatizan en que «no todas las unidades penales requieren el mismo tipo de soluciones ante fenómenos similares, ya que los análisis deben ajustarse a cada realidad para una adecuada implementación».
Además, destacan que es necesario que las instituciones interpeladas por esta problemática actúen de manera coordinada y en conjunto para frenar la situación, es decir las policías, Ministerio Público y los municipios.
También cuentan que «constantemente se realizan operativos de registro y allanamiento simultáneos, a nivel a nivel nacional, por personal del Departamento de Seguridad Penitenciaria de Gendarmería, que son parte del Plan de Seguridad Penitenciaria Contra el Crimen Organizado, impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través de Gendarmería de Chile». Hasta la fecha, se han registrado 34 procedimientos de este tipo, desde junio de 2022.