Hace algunos días, el Archivo de Seguridad Nacional estadounidense reveló un diálogo entre Richard Nixon y Henry Kissinger en lo que fue la antesala de la asunción de Salvador Allende a La Moneda. En este explicativo, Fast Check CL deja constancia de las conversaciones sobre el fallido plan para impedir la llegada del socialista al poder.
Por Elías Miranda
Quedan pocas semanas para la conmemoración 50° del Golpe de Estado y en los últimos días han aparecido diversos documentos desclasificados sobre el rol de Estados Unidos en el periodo previo a la llegada de Salvador Allende a La Moneda.
En el marco de la publicación del libro «Pinochet desclasificado. Los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile» —escrito por el periodista Peter Kornbluh— es que se da a conocer una conversación que compromete al presidente de Estados Unidos en 1970, Richard Nixon y su asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger.
Los diálogos que fueron liberados por el Archivo de Seguridad Nacional estadounidense, dan cuenta de una curiosa valoración sobre las Fuerzas Armadas chilenas y el fallido plan —respaldado por la CIA— para impedir la toma de poder por parte de Allende.
Fast Check CL repasa los detalles de este diálogo entre ambos y el rol que tuvo Henry Kissinger previo y posterior al Golpe de Estado.
“Un grupo bastante incompetente”
El 23 de octubre de 1970, Richard Nixon tomó el teléfono y llamó a su asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger:
«¿Qué está pasando en Chile?», preguntó Nixon a Kissinger, a eso de las 9 de la mañana. En ese mismo minuto, el Comandante en Jefe del Ejército, René Schneider, se encontraba moribundo en el hospital luego de que un grupo terrorista atentara contra él el 22 de octubre. Dicho atentado se produjo 48 horas antes de que el Congreso Pleno tuviera que manifestarse sobre la elección de Allende como Primer Mandatario del país (más información aquí).
La conversación entre ambos tenía un fin específico. Nixon quería saber si la operación que él mismo ordeno 5 semanas atrás, había surtido efecto ¿Cuál era ese plan? Impedir la llegada de Allende al poder. Pero la información recabada por Kissinger no era la esperada.
«Ha habido un giro para peor, pero no ha gatillado en nada mas. El siguiente movimiento debiese ser un derrocamiento del gobierno, pero eso no ha pasado», le explicó Kissinger al mandatario estadounidense. La conversación continúa así:
—Nixon: ¿Quieres decir que si algo sucediera, la gente (militares chilenos) se molestaría tanto que tomarían el gobierno?
—Kissinger: Esa era la teoría, pero son un grupo bastante incompetente.
—Nixon: Están desentrenados.
«Un grupo bastante incompetente». Esa fueron las palabras de Kissinger respecto de los militares chilenos. Esto porque con el atentado a Schneider, esperaba que las Fuerzas Armadas tomaran el poder y así imposibilitaran que Allende tomara posesión.
«La elección es mañana y la toma de posesión es el 3 (de noviembre). Lo que podrían haber hecho (los militares) es impedir que se reuniera el Congreso. Pero eso no se ha hecho. Están cerca, pero probablemente sea demasiado tarde», concluye Kissinger en su llamada con Nixon.
El rol de Kissinger en el Golpe de Estado
La destacada periodista Oriana Fallaci —en su libro Entrevista con la historia— conversó con William Colby, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) entre 1973 y 1976, donde le preguntó por el papel de Estados Unidos en el Golpe de Estado que derrocó a Allende.
En una áspera conversación, Colby respondió: «Nuestra política no preveía derrocar a Allende en 1973. Esperábamos las elecciones de 1976, en la confianza de que fuesen ganadas por las fuerzas democráticas».
Lo cierto es que en 2013 (a 40 años del Golpe), el propio Archivo de Seguridad Nacional estadounidense desclasificó el rol de Kissinger en las operaciones para complotar contra el gobierno de la Unidad Popular, luego del fallido plan por impedir su investidura.
Como lo consigna uno de los documentos desclasificados en 2013, un día después de que Allende tomara lugar (5 de noviembre de 1970), Kissinger instó a Nixon «para que rechazara la recomendación del Departamento de Estado de que Estados Unidos buscara un modus vivendi con Allende». Y así fue: Tiempo después, el presidente estadounidense explicó al Consejo de Seguridad Nacional que la «política sería derrocar a Allende».
Kissinger temía —conforme a la documentación— que un gobierno socialista electo, «seguramente tendría un impacto, e incluso un valor precedente para otras partes del mundo, especialmente en Italia».
¿Y luego qué?
Con los militares al poder, los asesores de Kissinger lo alertaron sobre el despliegue represor del régimen encabezado por Augusto Pinochet Ugarte. Pero quien recibiera el Premio Nobel de la Paz en 1973, hizo oídos sordos.
Documentos desclasificados en 2013 por el mismo Archivo de Seguridad Nacional estadounidense, dan cuenta que Kissinger instruyó a su embajador para que le transmitiera a Pinochet (cita textual) «nuestros más fuertes deseos de cooperar estrechamente y establecer bases firmes para una relación cordial y muy constructiva».
Un dato clave en el despliegue de Kissinger en Chile, es que previo a una reunión con Pinochet, tuvo una conversación con su principal embajador para América Latina, William D. Rogers, quien le sugirió que la situación de los Derechos Humanos estuviera en el centro de las relaciones entre Estados Unidos y Chile. Finalmente, ocurrió todo lo contrario.
Kissinger tuvo buenas palabras para Pinochet (ver conversación completa acá) en una cita concertada en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, celebrada en nuestro país (junio de 1976):
«Queremos ayudarte, no socavarte. Hiciste un gran servicio a Occidente al derrocar a Allende. De lo contrario, Chile habría seguido a Cuba (…) Mi evaluación es que usted es víctima de todos los grupos de izquierda del mundo y que su mayor pecado fue derrocar a un Gobierno que se estaba volviendo comunista».