El efecto en tercera persona es un fenómeno psicológico en el que una persona percibe que las acciones y circunstancias de los demás se ven afectadas por factores externos, mientras que sus propias acciones y circunstancias son el resultado de sus propias decisiones y habilidades personales. En otras palabras, las personas tienden a pensar que los demás son más susceptibles a los estímulos externos que ellos mismos.
¿Quién propuso el Término de efecto en tercera persona?
El efecto tercera persona, fue acuñado por el sociólogo W. Phillips Davison en 1983, para describir la tendencia de las personas a considerar que los medios de comunicación ejercen más influencia en otras personas que en sí mismos. Este fenómeno puede condicionar ciertas conductas, como la intención de voto, y se basa en la “ignorancia pluralista”.
Un estudio realizado por Falces y colaboradores en 2011 mostró que los participantes que juzgaban la influencia ejercida en los demás, se correlacionaron con un aumento del efecto tercera persona.
¿Este efecto puede producir consecuencias negativa?
Este efecto también puede tener consecuencias negativas. Por ejemplo, una persona puede ser menos propensa a tomar medidas preventivas si cree que los riesgos no se aplican a ella.
Es importante tener en cuenta que el efecto en tercera persona no es necesariamente una indicación de egoísmo o falta de empatía. Más bien, puede ser una consecuencia natural de la forma en que las personas procesan la información y hacen juicios sobre el mundo que las rodea.
¿El efecto tercera persona (ETP) puede causar desinformación?
El efecto tercera persona y la desinformación están estrechamente relacionados, ya que ambos pueden afectar la forma en que las personas perciben y procesan la información.
La propagación de la desinformación puede ser especialmente efectiva cuando se combina con el efecto en tercera persona, ya que los usuarios pueden ser más propensos a creer que los demás están siendo influenciados por la información falsa, que ellos mismos.
Un ejemplo de esto puede ser la difusión de noticias falsas sobre la seguridad de las vacunas contra el COVID-19. Si una persona lee y cree una noticia falsa sobre los efectos secundarios de la vacuna, puede ser menos probable que se vacune. Si esa persona cree que otros también están expuestos a la misma información falsa, puede sentir que su elección es justificada y no sentir la necesidad de verificar la información.
Uno de los psicólogos analistas que ha hablado sobre el efecto de tercera persona y la desinformación es Serge Moscovici. En su teoría de la psicología social, Moscovici habla de la “influencia social” como el proceso por el cual las creencias, actitudes y comportamientos de las personas son influenciados por el grupo al que pertenecen.
Moscovici ha discutido cómo la desinformación y el efecto de tercera persona están interconectados. En su opinión, la desinformación se propaga más fácilmente cuando las personas creen que otros también están expuestas a la misma información errónea. Este efecto de tercera persona puede llevar a la complacencia, ya que las personas pueden sentir que no es necesario verificar la información si creen que otros también la han aceptado como verdadera.
Además, Moscovici ha hablado sobre cómo la influencia social puede cambiar con el tiempo. Si las personas que creen en la desinformación descubren más tarde que la información es falsa, pueden sentirse avergonzadas y cambiar sus creencias. Sin embargo, si las personas creen que otros aún creen en la información falsa, pueden sentir que es socialmente aceptable seguir creyendo en ella.
Por otro lado, el sociólogo español, Manuel Castells en su libro “Comunicación y poder” (2009), analiza el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación en la sociedad y en la política. En este contexto, destaca el papel de las redes sociales en la difusión de la información y la formación de la opinión pública, y advierte que la desinformación y el efecto tercera persona pueden ser un problema grave en este contexto, debido a la velocidad con la que se propaga la información y sin necesidad de verificación o validación previa.