Estos últimos días, las mujeres iraníes han vuelto a tener la atención mundial por las diversas protestas que se han desarrollado en el país musulmán, a causa de la muerte de una joven que se encontraba bajo custodia policial por llevar mal puesto su velo. En este explicativo, Fast Check CL te cuenta todo lo que tienes que saber sobre este conflicto.
Por Fast Check CL
Las imágenes que llegan desde Irán muestran multitudinarias protestas y disturbios protagonizados por jóvenes, principalmente mujeres, quienes se han quitado los velos y en muchos casos, también los han quemado o se han cortado el pelo. A la fecha se han registrado 31 decesos, según la organización no gubernamental Iran Human Rights (IRH).
Lo que empezó como una respuesta a la muerte de una joven compatriota el pasado 16 de septiembre, quien estaba en custodia policial por presuntamente no cumplir las normas de vestimenta, se ha transformado en una revuelta en contra del líder supremo del régimen islámico, Alí Jamenei, y las imposiciones a las mujeres que rigen desde la revolución islámica de los años 80.
Son las manifestaciones más notorias desde noviembre de 2019, las que en un inicio tuvieron motivaciones económicas, decantaron igualmente en una muestra de malestar hacia el gobierno iraní. Actualmente, se ha reportado un corte de internet masivo en el país debido a “razones de seguridad”, lo que se suma a la estrategia de represión policial desplegada en las más de una decena de ciudades con movilizaciones en Irán.
La muerte de Mahsa Amini
Sin duda, el detonante de este levantamiento ocurrió el martes 13 de septiembre, cuando la joven de 22 años, Mahsa Amini, perteneciente a la etnia kurda, visitó junto a su familia la ciudad de Teherán, capital de Irán. Durante la salida, Amini fue detenida por la “policía de la moral”, acusada de tener mal puesto su velo.
En este contexto ocurrió el deceso de la joven. Testigos que se acercaron a la familia Amini aseguran que la policía habría golpeado a Mahsa, mientras que la versión oficial indica que ella habría sufrido una falla cardíaca en el momento que recibía las correcciones. Ahí la habrían trasladado al hospital Kasra, donde cayó en un coma. Tres días después, el 16 de septiembre Mahsa Amini falleció en Teherán.
El padre de Mahsa, Amjad Amini, en entrevista con la BBC, señaló que su hija no tenía un historial médico que pudiera contribuir con una muerte de este tipo: «Están mintiendo, ella no ha estado en ningún hospital en los últimos 22 años, que no fuera por resfríos». Además, dijo que no se les ha entregado información sobre la autopsia y que de su cuerpo sólo pudieron ver su cara y sus pies, una vez que ya estaba listo para el entierro.
«Tenía heridas en los pies. Le pedí a los médicos que le examinaran los pies. Me ignoraron y ahora están mintiendo», indicó Amjad. También solicitó ver las cámaras de los oficiales, pero le respondieron que estaban descargadas.
Repercusiones
Tras esto, las calles de Irán se llenaron con jóvenes protestando por la muerte de la joven. Se comenzaron a rebelar en contra del uso de hiyab, se cortaron el cabello y han formado disturbios en lugares público. En distintas localidades se empezaron a escuchar gritos contra el gobierno: «¡Muerte al dictador!», «¡Muerte a Jamenei!».
Luego del funeral de Mahsa, los manifestantes se dirigieron al edificio del gobernador ubicado en Saqqez, y enfrentaron las represalias de la policía. De ahí en más, las protestas se expandieron a la provincia de Kurdistan, al centro de Teherán y muchas ciudades en todo Irán.
Desde que comenzaron las protestas la semana pasada, Amnistía Internacional reportó que las fuerzas de seguridad están haciendo uso ilegítimo de perdigones y otros proyectiles de metal, gas lacrimógeno, cañones de agua y palizas con porras. Hasta el miércoles llevaban un conteo de 8 muertes, dos traumas oculares y cientos de heridos.
Trato hacia las mujeres iraníes
Para muchos, la muerte de Mahsa es una representación de la represión contra las mujeres en la República Islámica, que se impuso en el país desde la revolución de 1979.
Según reporta The Economist, en los últimos años el régimen prevalente en Irán ha depurado el gobierno de los más reformistas, concentrando el poder en los súbditos del líder supremo Ali Jamenei, como es el presidente Ebrahim Raisi. Al detectar una baja en el uso del hijab y en la “castidad”, se empoderó a la policía de la moral para restaurar el control.
Además de quitar las imágenes de mujeres sin velo, se llevan a las jóvenes a centros de “reeducación” de la moral islámica cuando usan de manera incorrecta el hiyab, llevan maquillaje o muestran mucho el cabello. Ahora se planea usar más tecnología para perseguir las faltas a la moral, implementando software de reconocimiento facial en el transporte público y fomentando que se reporten las usuarias en el privado.
Respuesta internacional del presidente
Este jueves, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, habló en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al referirse a las protestas que tienen lugar en su país, indicó que los “actos de caos” no son aceptables, lo que fue percibido como una advertencia para los manifestantes.
Asimismo, el mandatario señaló que había ordenado una investigación por el caso de la muerte de Mahsa Amini, que ha desatado la revuelta social más importante desde 2019. Según el reporte de Reuters, Raisi manifestó que la extensa cobertura a la situación de Irán es resultado de un doble estándar de parte de occidente con la protección a los Derechos Humanos.
«Todos los días, en distintos países incluyendo los Estados Unidos, vemos hombres y mujeres muriendo en encuentros con la policía, pero no hay sensibilidad sobre la causa y el tratamiento de esta violencia», dijo en su intervención.