La desinformación ha sido utilizada como herramienta comunicacional en campañas políticas a través de cuentas bots que buscan posicionar temas en la agenda pública o en casos polémicos como la campaña presidencial de Trump, donde aseguran que desarrollaron noticias falsas a su favor.
El mal uso de las plataformas digitales en la esfera política causa polarización, desinformación y sesgos informativos que son difíciles de detectar a simple vista. En Fast Check CL te contamos cómo es utilizado el contenido manipulado en la política.
Por Fast Check CL
El nexo entre la política y el contenido falso en redes sociales se desarrolla a través de estrategias elaboradas para “consolidar una opinión en la agenda”, tal como señala un estudio español de la revista The Conversation.
Entre los objetivos de estas prácticas, puntualizan que buscan fomentar “la división ahondando en diferencias o cuestionando la legitimidad de las instituciones”. Asimismo, la información falsa es utilizada para desacreditar a un adversario.
Tal influencia posee el contenido falso en redes sociales, que se convierte en una herramienta muy eficaz en Twitter para la “confrontación política” influyendo en la toma de decisiones, especifican en el mismo estudio.
Una problemática que se vislumbra, reside es que este tipo de contenido manipulado se elabora de una forma sutil que provoca mayor dificultad en detección que una mentira.
Funciones de la desinformación en la política
Los objetivos de las desinformaciones en política tienen que ver con la distorsión del mensaje, promover la polarización y ejercer influencia en la opiniones sobre la agenda pública.
En especifico, una de sus funciones consiste en buscar distorsionar la información e irrumpir en el debate público, esto quiere decir, instalar temas en la discusión, señalan desde un estudio de National Endowment for Democracy (NED).
También se impulsa “una narrativa o degrada el discurso público promoviendo división o cinismo”, afirman desde NED. Esto con el fin de introducir la duda o ansiedad para generar desconfianza o desconexión política.
Asimismo desde en centro de investigación Cits indican que “las desinformaciones también pueden intensificar el conflicto social para socavar la fe en los procesos democráticos y también distraen de cuestiones importantes que siguen sin resolverse”.
Además, es probable que este contenido circule cuando los ciudadanos sean infelices o protesten.
Cuentas bot
Las cuentas automatizadas vinculadas al mundo político buscan entre sus principales funciones instalarse en la discusión y en los temas que están en tendencia de la agenda pública.
Las cuentas bots “expulsan voces independientes de los espacios públicos” como señala el estudio de NED. Además, manipulan los algoritmos difundiendo contenido de baja credibilidad y amplificando su visibilidad consignan desde Nature Communications.
Con el fin de amplificar creeencias y fomentar las divisiones políticas existentes, se crean desinformaciones que generan sesgos informativos afirman desde NED.
Sin embargo, otros estudios señalan que la desinformación “genera cascadas de distribución en red que se extienden más rápido que la verdad”, aludiendo que son las personas y no los bots los que comparten con mayor facilidad el contenido manipulado.
Conclusión
La desinformación en la política se vincula a la manipulación de mensajes, a interceder en la opinión de la población, a deslegitimar a candidatos en campañas políticas e incluso a poner en duda los procesos democráticos. La detección del contenido intervenido suele ser más difícil que descubrir una mentira, por lo tanto, investigar, contrastar y dudar de una publicación forma parte del combate a la desinformación en redes sociales.