Este 2022 comenzó con alertas en la zona costera e incluso algunas playas cerradas, debido a la presencia de la fragata portuguesa, una especie acuática reconocida por ser venenosa y, en algunos casos, letal para el ser humano. Por eso, Fast Check CL en este especial te cuenta todo lo que debes saber de este animal y las precauciones que debes tomar.
Por Isidora Osorio
Este 2022 comenzó con una noticia que puede no gustarle a las personas que estaban buscando pasar sus vacaciones en las playas del litoral: se anunció el regreso de la temida fragata portuguesa a las costas de Chile, lo que llevó a las autoridades a cerrar algunos balnearios. Entre los que podemos nombrar: Quirilluca, La Luna, Cachagua y los que van desde El Faro de La Serena hasta Peñuelas en Coquimbo.
¿Qué es la fragata portuguesa?
De acuerdo a Ecología verde, la fragata portuguesa, también conocida como carabela portuguesa, agua mala, botella azul o falsa medusa, es «un hidrozoo (del griego hydra, serpiente acuática, y zoon, animal). Se trata de una clase del filo de Cnidarios, que son unos organismos acuáticos, mayoritariamente marinos, con muchos años de antigüedad».
De igual manera, Peter von Dassow, doctor en oceanografía y académico de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, explicó a Fast Check CL que «la fragata portuguesa, o Physalia physalis por su nombre científico, es un animal colonial que es en el Filo Cnidaria. Los cnidarios incluyen organismos como los corales y las medusas, y a veces la gente refieren erróneamente que la fragata portuguesa es una medusa, pero no lo es».
El fotógrafo Francis Pérez, especialista en sacar imágenes submarinas, afirma a National Geographic que «es un organismo colonial fascinante que, como si de un velero se tratase, recorre los océanos aprovechando los vientos y las corrientes, y esconde bajo el agua los numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas».
Sus tentáculos, la parte más peligrosa
Dentro de las características que se le ha dado a la carabela portuguesa es que son peligrosas, esto se da, principalmente, porque tienen un veneno que puede causar problemas respiratorios, cardíacos y en algunos casos la muerte.
«Los nematocistos de estos organismos son especialmente potentes, con un veneno muy fuerte que incluye una gran variedad de toxinas, suficientes para causar daños severos a los humanos como taquicardias, daños cutáneos e incluso, reacciones cardio-respiratorias que en algunos casos pueden terminar en la muerte», detalla von Dassow.
El Ministerio de Salud, por su parte, asegura que «se ha identificado que al contacto con la piel los tentáculos de la fragata portuguesa generan serios daños en la salud, ya sea con ejemplares vivos o muertos. Los síntomas descritos corresponden a un intenso dolor (como quemadura), problemas respiratorios e incluso paros cardíacos, registrándose fallecidos a nivel mundial. Por esta razón, La Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluyó en el listado de “especies peligrosas” para la salud humana e invertebrados venenosos».
¿Por qué llegan a la costa si no viven ahí?
La fragata portuguesa vive comúnmente en aguas cálidas, por eso su aparición en la costa de Chile no es normal, pero, de acuerdo a los expertos, se debe al cambio en la dirección y la velocidad de los vientos. Sin embargo, aún no se tiene claro si también están afectando otros factores como el cambio climático.
De acuerdo a la Clínica Bupa de Reñaca, la fragata portuguesa «habita comúnmente en aguas cálidas del mar Caribe y del Océano Atlántico. Su aparición en las costas del Océano Pacífico se debe fundamentalmente a las alteraciones meteorológicas temporales, como el fenómeno del niño, que modifican la dirección y la velocidad de los vientos así como la temperatura de la superficie del agua».
El doctor Peter von Dassow coincide con esto, pero también agrega que «no siempre llegan a la costa cuando los vientos cambian, entonces debe haber factores ecológicos que controlan su abundancia en las aguas más oceánicas lejos de la costa. Sin embargo, sabemos muy poca de la ecología de la fragata portuguesa en su hábitat natural. Entonces, siempre está la pregunta si estos fenómenos están aumentando en respuesta a los daños ecológicos al océano por acciones humanas como el cambio climático».
¿Qué debo hacer si veo o me pica una fragata portuguesa?
Si ven una fragata portuguesa deben dar aviso a las autoridades para que adviertan a las personas que hay presencia de esta especie en la costa y se cierre la playa o se tomen las medidas necesarias para evitar que alguien pueda ser afectado.
Además, el Ministerio de Salud recomienda que «ante la presencia de una calabera portuguesa no se bañe ni realice juegos en el agua, nunca la toque, ni en el mar ni en la playa, ya que son tóxicas aunque estén muertas y si camina en la arena protéjase usando ropa y zapatos».
El doctor Peter von Dassow coincide con esto y recalca que «dentro del agua son difíciles de ver, aunque el animal es llamativo cuando llega fuera del agua, flotando en la superficie puede ser difícil de ver porque es azul, y sus tentáculos pueden extenderse varios metros y son casi invisibles. Entonces, en el mar alguien sin protección podría ser picado gravemente sin ninguna advertencia. Aun cuando están muertos y casi secos en la playa, son peligrosos porque los nematocistos todavía podrían ser activos y descargar, inyectando su veneno».
En caso de picadura
La Cruz Roja y el Minsal aseguran que «la picadura produce dolor intenso y enrojecimiento. Ante esto, lava inmediatamente con agua de mar y retira restos de tentáculos, evitando tocarlos, no aplicar vinagre o agua dulce, tampoco se debe frotar o rascar la piel con arena o toallas y tiene que dirigirse de inmediato al centro de salud más cercano».
Coincide con esto Peter von Dassow y agrega que «hay varios remedios caseros en los cuales existen creencias populares que pueden ayudar, entre ellos alcoholes, bicarbonato, crema de afeitar, o incluso orina. Se han estudiado y encontrado que ellos en verdad empeoran la situación porque inducen la descarga de los nematocistos. Entonces, por ningún motivo usar uno de estos tratamiento para la picadura de la fragata portuguesa».