Una herramienta chilena se ha vuelto famosa entre la comunidad científica, esta es la fundación Epistemonikos, la cual ha creado una base de datos para tener toda la evidencia que existe en salud en un solo lugar. Fast Check CL entrevistó a uno de sus fundadores y actual presidente, Gabriel Rada, quien comenta que su plataforma ha sido clave en la toma de decisiones de Chile y el mundo entero, todo esto gracias a su avanzada inteligencia artificial que los ha convertido en la mayor base de datos de evidencia del mundo.
Por Isidora Osorio
La llegada de la pandemia ha puesto a la comunidad científica a investigar todo sobre el Covid-19, lo que ha generado una cantidad de artículos y papers nunca antes vistos en la historia. Entonces, ¿cómo las personas relacionadas con la salud son capaces de encontrar información chequeada sobre un tema, ante una avalancha de información técnica de todo el mundo?
En este punto ha sido clave la fundación chilena Epistemonikos, cuyo principal objetivo es encontrar toda la evidencia que existe respecto a un tema específico y evaluar su efectividad, a través de inteligencia artificial, lo que ha permitido que estén detrás de gran parte de las recomendaciones y decisiones que han tomado distintos países y organizaciones, alrededor del mundo respecto al coronavirus.
Fast Check CL entrevistó a uno de sus fundadores y actual presidente, Gabriel Rada, quien aseguró que gracias a la inteligencia artificial en la implementación de los procesos de búsqueda, han podido convertirse en la mayor base de datos de evidencia del mundo.
– ¿Cómo nace Epistemonikos?
Todo partió como idea mía en el año 2009, pero sabía que no solo bastaba con un médico, sino que necesitaba a otra persona que supiera de tecnología, así que ahí le pregunté a un ingeniero en computación de mi familia, Daniel Pérez Rada (el otro fundador), si quería participar en este proyecto conmigo y me dijo que sí. Ahí me empecé a mover y logré conseguir unos fondos concursables, a través de la Universidad Católica, con los cuales pudimos crear el piloto de la base de datos.
Después de eso nos empezó a ir espectacular por eso pensamos que era un proyecto que tenía que ser más ambicioso y global. Entonces, en el año 2012 decidimos crear la fundación Epistemonikos, así podíamos expandirlo e independizarlo de la Universidad Católica.
– ¿Por qué decidieron llamar a la fundación como “Epistemonikos”?
Epistemonikos es una palabra griega que significa lo que vale la pena saber, conocer, que tiene que ver con esta idea de que no toda la información es igual de útil para tomar decisiones y es que, en nuestro caso, hay cierta evidencia que tienen mayor jerarquía, mayor credibilidad. Entonces, en un principio para decir si algo funcionaba o no mirábamos la información que tenía mejor categoría. Ahora es un poco distinto porque tratamos de combinarlas todas para sacar conclusiones, pero, de todas maneras sigue existiendo una especie de jerarquía entre los artículos.
Epistemonikos una pieza clave en decisiones de Chile
Gabriel Rada asegura que Chile ha tenido una ventaja frente a otros países por contar con Epistemonikos, ya que se han podido basar en la evidencia disponible para tomar decisiones, mientras otros países han gastado recursos en fármacos que finalmente se demuestra que han sido muy efectivos.
– ¿De qué manera su base de datos ha beneficiado a Chile?
Chile ha sido de los países del mundo que ha tenido una política más racional o más basada en la evidencia y eso se debe en parte a nuestra base de datos, sentimos que todo esto que hemos ido construyendo termina creando lo que nosotros llamamos un ecosistema de decisiones informadas en evidencia.
Hemos logrado apoyar a varias de las organizaciones que están tomando decisiones en salud como el Ministerio o el Sernac. También hemos apoyado a otras organizaciones como alcaldías, intendencias y sociedades como el Colegio Médico en una serie de decisiones que han tomado y han logrado ser beneficiosas.
– ¿Entonces el Ministerio de Salud utiliza la evidencia que ustedes tienen para tomar decisiones?
Exacto. Por ejemplo, en la guía de Covid-19 es así. Además, donde tenemos claro que hemos incidido en las decisiones del Ministerio de Salud, porque también hemos visto que en todos los documentos que ellos sacan ponen que han contado con la colaboración de Epistemonikos, es en el área de medicamentos y tratamientos en general para las personas con Covid-19, es decir, para tratar a las personas en UCI, Urgencias, etc.
– Usted dice que se han dado cuenta cuándo un medicamento sirve o no ¿En qué caso específico Chile se diferenció de otros países por decidir no utilizar un medicamento contra el Covid-19 por basarse en la evidencia disponible?
Hay varios ejemplos bien concretos, a mí me parece uno súper interesante. En junio del año pasado muchos países del mundo estaban utilizando un medicamento que se llama Remdesivir, un antiviral que es caro, y había mucha presión, incluso de parlamentarios, para que el Ministerio de Salud acelerara el proceso para poder comprar ese medicamento. Fue ahí cuando nosotros hicimos la evaluación de todos los estudios y permitimos el Ministerio explicara que la evidencia no era suficiente para embarcarse en una compra de ese tipo, con eso se cerró la discusión y no se uso el medicamento.
Poco tiempo después salieron los estudios finales que demostraron que el fármaco no servía y de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en diciembre recomendó no usarlo. Toda la evidencia evitó que Chile gastara una importante cantidad de recursos, que deben haber sido varios millones de dólares, y permitió que pudiera concentrarse en otras cosas.
En otros medicamentos ha pasado lo mismo, por ejemplo, en el caso del Interferón y el Favipiravir (Avifavir) en varias instancias el alcalde Daniel Jadue ha promovido su uso, pero ya se demostró que no sirven.
Epistemonikos: la plataforma más completa a nivel internacional
Rada, además, hace hincapié en que la incidencia de Epistemonikos también se ha visto reflejada en organizaciones internacionales, ya que muchas de las recomendaciones que realiza la OMS y la Organización Panamericana de Salud para todos los países se ha hecho gracias a su base de datos.
«Hay muchos grupos extranjeros que se nos han acercado y nos han dicho “hey queremos utilizar lo que ustedes hacen” porque se han dado cuenta que nuestra plataforma de Covid-19 es la más completa», afirma.
– ¿Hay alguna entidad extranjera que utilice su base de datos?
Sí claro, entidades como el Ministerio de Salud de Noruega, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de Salud (OPS) y varias otras en parte se basan en nuestra base de datos para entregar recomendaciones.
De hecho, en el caso de la OPS se basa 100% en lo que nosotros generamos. La revisión de evidencia de los tratamientos de Covid de la OPS ocupa solamente nuestra plataforma y nosotros a ellos los ayudamos para que la puedan usar de la mejor manera. Entonces, lo que hacen es utilizar nuestra base de datos para hacer un resumen de la evidencia que existe y se la entregan a todos los ministerios de la región para que en base a eso puedan ir haciendo su trabajo y tomando sus propias decisiones.
– ¿Cómo se dio este salto a ser conocidos por organizaciones y tomadores de decisiones a nivel internacional?
Es algo que se va dando de a poco, obviamente somos más conocidos en Chile que afuera, pero también el proyecto es conocido. Yo te diría que han habido varias cosas, primero es el crecimiento de los proyectos principales, especialmente la base de datos Epistemonikos, que hoy día tiene millones de visitas en todo el mundo y ya hemos publicado artículos que demuestran que es la mayor base de datos de evidencia y de mayor calidad.
Con el Covid-19 también hemos tenido mucha figuración, yo te diría que nosotros hemos identificado cuatro proyectos que claramente son los más grandes del mundo en evidencia en coronavirus y nosotros estamos metido en esos cuatro. Entonces, eso también finalmente termina siendo un boca a boca de los investigadores que están en esta área porque dicen mira esto es algo que nos aliviana mucho el trabajo. Por eso mismo se nos han acercado muchos equipos para utilizar nuestra base de datos.
– ¿Estas colaboraciones nacieron en pandemia?
Con todos estos grupos nosotros colaborabamos de antes, pero con el Covid se ha fortalecido porque nosotros hemos ido mejorando cada vez más y porque la diferencia entre lo que hoy día nosotros tenemos con lo que otros han podido hacer es mucho mayor.
Por ejemplo, hay un equipo que se llama Cochrane, uno de los equipos más grandes en evidencia en salud, es uno de los mayores productores en el mundo y es muy confiable. Ellos tenían un equipo que estaba haciendo la revisión de tratamientos de Covid-19, eran alrededor de 20 personas trabajando todos los días para procesar la información y en septiembre del año pasado hicieron una evaluación de lo que su equipo encontraba con lo que nosotros encontrábamos y se dieron cuenta que nosotros encontrábamos todo lo que ellos encontraban y más. Entonces, decidieron dejar de perder recursos en eso y utilizar nuestra base de datos.
La súper tecnología
Gabriel Rada también explicó a Fast Check CL que uno de los grandes desafíos que tuvieron fue crear una tecnología que pudiera abarcar la gran cantidad de artículos que se publican a diario y en el caso del Covid-19 aún más. De hecho, durante la pandemia se vieron obligados a crear una plataforma nueva (L-OVE) dedicada únicamente a entregar la evidencia que existe del coronavirus por el aumento de investigaciones que se empezaron a realizar en torno al tema.
– Claramente la cantidad de información ha aumentado en este tiempo ¿Cómo lograron ponerse al día con la tecnología para poder abarcar todas las investigaciones que se están haciendo?
Si bien nosotros sabíamos que la evidencia aumentaría, nunca pensamos que sería tanto. Te podría decir que el 100% de los papers están desactualizados prácticamente en el momento en que se publican porque el volumen de información y el nivel de velocidad es tal que todo se va actualizando cada segundo. Pero, al mismo tiempo, eso significó una oportunidad para nosotros porque nos vimos forzados a innovar más en la tecnología y en los métodos que teníamos.
De hecho, ahora lo que tenemos es una combinación de tecnología e inteligencia artificial muy sofisticada más una red de expertos en métodos y temas de salud. Esto fue lo que nos permitió transformarnos en la mayor base de datos de evidencia del mundo. De igual manera, desde que comenzó la pandemia nos abocamos fuertemente a tratar también de concentrarnos y dar un salto aún mayor, así todas las plataformas y proyectos se pudieran pilotear en Covid-19. Por ejemplo, logramos que la plataforma L-OVE hoy día sea la mayor base de datos de evidencia en Covid-19 en el mundo.
– Su plataforma tiene muchos estudios y de distintas partes del mundo, incluso en diferentes idiomas ¿Cómo lo hacen para encontrar todas las investigaciones?
Tenemos varios robots, distintos softwares, corriendo día a día llevando todo a una base de datos común, eso es lo que llamamos el repositorio de evidencia. Además, hay otra tecnología que la llamamos la plataforma de clasificación, esta va viendo cada artículo, de qué tipo de cosa es y cómo manejarlo en distintos idiomas. También tenemos una tecnología que nos permite evitar que se dupliquen los artículos porque muchas veces el mismo texto está en distintas bases de datos.
Nosotros decimos que hay una primera capa de inteligencia artificial a la que se le agrega una capa de inteligencia colectiva, es decir, hay una inteligencia artificial que toma distintos papers en diferentes idiomas y los va juntando en una base de datos, después de eso entran los humanos que hacen un chequeo de lo que hicieron los robots para corroborar que todo está en orden.
– Me imagino que esta inteligencia artificial debe ser muy cara ¿Cómo la financian?
Nunca hemos tenido financiamiento nacional, siempre el financiamiento lo hemos tenido que salir a buscar afuera porque son costos muy altos para los fondos que están disponibles en Chile. Entonces, eso nos ha obligado a funcionar con costos bajos, o sea parte de la innovación ha sido aprender a sacarle el mayor provecho a los recursos, usar modelos colaborativos y tratar de disminuir los costos al máximo.
Pero, también tenemos obviamente que generar recursos y ahí tenemos tres líneas de financiamiento. La primera es a través de proyectos de investigación, o sea postulamos a grandes fondos concursables, en general afuera, la mayoría en Europa y Canadá. La segunda línea son servicios que entregamos a distintos grupos, por ejemplo, hay organizaciones que nos pagan por el acceso a nuestros datos y un acceso más completo. Luego tenemos una tercera línea que la llamamos servicios de evidencia que es básicamente hacer este proceso de juntar toda la evidencia para un grupo específico.
– Supongo que el Covid-19 fue una gran prueba para probar toda esta tecnología...
Claro, o sea hacemos revisiones sistemáticas gigantescas de todas las preguntas de salud al mismo tiempo, pero ahora con el Covid-19 lo hemos podido llevar a otro nivel, imagínate que hemos identificado cerca de 500 mil papers, siendo el tema del que se ha producido más información en la historia y en un tiempo súper acotado. Entonces, ha sido una prueba muy interesante porque en el fondo todo esto que veníamos haciendo se puso a prueba a una escala mucho mayor y hoy día por eso nos ha ido tan bien en proyectos internacionales y otras cosas porque todos los equipos que no tenían toda esta capacidad tecnológica, metódica y de redes han quedado muy atrasados.
Entonces ¿Podríamos decir que ustedes han tenido un gran impacto en los tratamientos que se han descubierto hasta el momento y que se están utilizando para tratar el Covid-19 en el mundo?
Exacto, sería razonable decir eso.