El extraño suceso ocurrió en Estados Unidos, donde una mujer con antecedentes de defectos en su cráneo sufrió una fuga del líquido cerebral tras hacer el test contra el Covid-19.
Por Nicolás Villarroel Heufemann
A la bandeja de entrada de Fast Check CL llegó constantemente una solicitud de verificación por una noticia que se propagó en la web que decía: “Mujer perdió líquido cerebral tras realizar el test PCR frente al coronavirus”. Nuestro medio comprobó que esta información es real.
La historia se supo gracias a la publicación que hizo el periódico médico JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, donde informaron que una mujer estadounidense de unos 40 años, tras hacer el PCR por una operación en su hernia, comenzó a tener vómitos, dolores de cabeza, cuello y espalda, fotofobia y además, la fuga de líquido cerebral.
“El paciente había completado recientemente la prueba nasal de COVID-19 para una reparación electiva de la hernia. Poco después, desarrolló rinorrea unilateral, dolor de cabeza y vómitos. El historial médico del paciente se destacó por hipertensión intracraneal idiopática y extirpación de pólipos nasales más de 20 años antes de la presentación”, indica el informe del caso.
Según dicho estudio, la fuga del líquido cerebral por la nariz la expuso a un “riesgo potencialmente mortal”. Cuando comenzó a presentar los síntomas previamente mencionados fue llevada a tratar este problema.
Condición previa de la paciente fue el detonante
Jarrett Walsh, autor principal del artículo señaló que se deben considerar métodos alternativos al cribado nasal en pacientes con defectos previos conocidos de la base del cráneo, con antecedentes de cirugía de los senos nasales o de la base del cráneo, o condiciones que predispongan a la erosión de la base del cráneo.
“Este caso de fuga iatrogénica de LCR de la prueba de frotis nasal para COVID-19 ilustra que una intervención quirúrgica previa, o una patología que distorsiona la anatomía nasal normal, puede aumentar el riesgo de eventos adversos asociados con las pruebas nasales para patógenos respiratorios, incluido COVID-19”.
Jarrett Walsh, MD, PhD, Departamento de Otorrinolaringología – Cirugía de cabeza y cuello, Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa.
Según señala el documento, este es el primer caso de este tipo que se conoce. “De las fugas de LCR iatrogénicas informadas anteriormente por procedimientos intranasales, el traumatismo quirúrgico en la placa cribiforme es el culpable de las fugas de LCR del 8% al 58% de las veces”, se indica.
Sí el tratamiento es brusco, también podría provocar una fistura
Fast Check CL también conversó con la neuróloga Perla David, quien nos profundizó respecto a los motivos del porqué pudo haber ocurrido este fenómeno.
“Como la gente hace un hisopado desde la nariz hacia la garganta, puede que una persona que tenga una pared frágil o que el procedimiento sea brusco haga una fistula cefalorraquídeo nasal. Puede ser un problema de la persona con algún tratamiento previo o de la persona que tomó la muestra“, dice.
La neuróloga también cuenta que por su profesión ha tenido que realizar el examen PCR en dos ocasiones, la última vez que lo hizo sintió que el procedimiento fue muy brusco y pensó que podría “romper las paredes de su fosa nasal”.
La doctora recalca que es una situación poco común, pero que ante tales eventualidades “podría suceder” sí es que dichas condiciones lo generan.
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