En reiteradas ocasiones y entrevistas, el gremio ha señalado que el monocultivo de este producto tiene la cualidad de ser el único carbono positivo en el país. Fast Check CL investigó sobre este hecho y consultó a diferentes expertos y organizaciones quienes señalan que es falso lo que manifiesta el Comité de Paltas de Chile.
Por Nicolás Villarroel Heufemann
A través de medios de comunicación y declaraciones, la Asociación Gremial de Palteros de Chile, agrupación independiente, que reúne a los agricultores de este producto (principalmente liderada por Palta Hass), ha indicado que la palta es la única fruta en Chile con huella de carbono positivo.
¿Qué es la huella de carbono y ser “carbono positivo”?
Según señala el sitio web Carbono Positivo, esta condición se trata de “descarbonizar” las emisiones de carbono, a través de fuentes de energías renovables como la: eólica, solar, hidroeléctrica, etc.
Este “carbono positivo” se logra cuando se genera más energía de la consumida para la operación habitual de cada empresa, lo que genera un “excedente” energético, el cual tiene sus orígenes en las energías renovables.
Según indica la página web, las grandes empresas buscan alcanzar este estatus, ya que supone un menor coste de operaciones y mayor flexibilidad en términos de suministros energéticos.
Respecto a la huella de carbono, es el método “útil” que se tiene para “para cuantificar, reducir y neutralizar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y contribuir a mitigar el cambio climático”.
En otros términos, y según señala el Ministerio del Medio Ambiente, la huella de carbono se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes, y sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos.
¿Qué es lo que dice el Comité de Paltas?
Fast Check CL conoció este tema debido a un tweet que publicó la directora de la Oficina Regional de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, Ingrid Wehr, quien culpó a Francisco Contardo, director ejecutivo del Comité de Paltas, de propagar #fakenews al manifestar que las paltas son el único cultivo carbono positivo.
El contexto de la publicación de Wehr fue debido a una entrevista que realizó Contardo el lunes 03 de agosto para Revista Campo de El Mercurio, donde habla sobre el panorama de la industria frente a la pandemia del Covid-19 y el efecto que podría tener en ella.
Además de aquello, el CEO se refiere al marketing del comercio paltero y el coronavirus, alegando que no pondrán su fuerte en eso.
“La palta chilena tiene una calidad superior debido a las condiciones climáticas de las zonas donde se cultiva (…) Pero además, somos el único cultivo en Chile carbono positivo, que ayuda a combatir el cambio climático”.
Francisco Contardo en Revista Campo.
Fast Check CL se contactó con Paltas de Chile A.G., a quienes consultamos en qué se basan para afirmar que su cultivo es el único de este tipo en el país.
El estudio del gremio paltero
Ellos indican que su base es El Estudio de Huella de Carbono en Productos de Exportación Agropecuarios de Chile, elaborado el año 2010 por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), perteneciente al Ministerio de Agricultura.
En este estudio se indica que los paltos en laderas capturan más CO2, que el que genera su producción y comercialización, lo que implica que son el único cultivo en Chile que es carbono positivo. Es decir, que contribuye a revertir el daño del cambio climático.
“Cabe destacar que, actualmente, alrededor del 80% de la producción de paltos es en laderas de cerros en suelos no fértiles, pero sí aptos para producción agrícola. De esta forma se convierten en suelos sumamente fértiles y productivos, sin dañar, sino que mejorar la biodiversidad y ecosistemas”, dicen desde la asociación gremial.
Fast Check CL también consultó por una columna de opinión, titulada: “Las cosas no son como las cuentan los palteros”, escrita por el ingeniero forestal y presidente de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), Sergio Donoso, quien publicó esta columna en El Mostrador el 15 de enero del 2020.
En dicha publicación, Donoso escribe en respuesta a otra columna de opinión, previamente publicada en el medio, pero esta vez de Francisco Contardo, quien defendió el cultivo y su proceso. La columna de Contardo se tituló: “Palta Chilena: Las cosas como son”.
En la columna de Donoso, el ingeniero forestal, indica que las afirmaciones de Contardo y el gremio paltero son erróneas, debido a que el informe en el que ellos se basan (el del INIA), contiene una serie de imprecisiones que impiden afirmar la tesis que la agrupación dice.
La respuesta del gremio, ante los dichos de Donoso, fue que “él entrega opiniones sesgadas y con desconocimiento. Lo mínimo que podría hacer el señor Donoso es leer los informes o estudios de instituciones como el INIA respecto a Huella Hídrica y podrá darse cuenta de que hay una serie de especies que se producen en la zona que tienen muchísimo más consumo de agua que los paltos”.
Un estudio que hace dudar a los expertos
Fast Check CL se comunicó directamente con Sergio Donoso, quien también es docente en la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile.
Conversamos sobre el estudio del INIA, que para el académico es “débil, ya que usaron de muestra sólo tres predios y en las conclusiones del informe los autores indican que hay que tener mucho cuidado con el uso y extrapolar esa información, porque es un estudio exploratorio”.
Al revisar el documento en cuestión, específicamente cuando se aborda el punto de las paltas en laderas, se indica que las huellas de carbono emitidas por estas significan un balance favorable para la captura de carbono atmosférico.
Pero siguiendo esa línea, también se indica que: “el impacto positivo del cambio de uso debe tomarse con cautela, debido a las consideraciones de carácter ambiental que puedan plantearse sobre este hecho. Por ello, es de alta conveniencia que los productores afectados cuenten con información objetiva, que les permita garantizar el cambio de uso aludido (…)”.
De hecho, en las conclusiones finales del artículo en el que se basa el gremio paltero, se señala que es una buena base para identificar la huella de carbono, pero que también “hace falta la participación de alguna instancia internacional (norma ISO o acuerdos entre países), que oriente sobre la definición de de límites de la cuantificación de las emisiones propias de procesos colaterales al ciclo de vida de los productos; y también la definición de los factores de emisión por emplear”.
“Un reservorio de carbono también es el carbono que está en el suelo y ellos jamás lo tocan. No lo incorporan dentro del análisis, no consideran algo tan básico cómo la cantidad de carbono que estaba presente en el sistema y cuánto es el carbono que había en el suelo antes de que se establecieran las paltas”, agrega Sergio Donoso.
Algo similar es lo que indica la geógrafa de la Universidad Católica y Fundación Terram, Fernanda Miranda, quien en 2018 realizó un estudio sobre la Erosión de Suelos y Crisis Hídrica generada por el modelo agroexportador del palto.
En dicho estudio, se analiza el impacto que ha tenido la plantación de este fruto en la sequía que atraviesa el país, principalmente en las regiones donde se concentra el palto, las que son la región Metropolitana, de Valparaíso y Concepción.
“Estos territorios, en donde la falta de agua se ha convertido en un tema estructural, parece ilógico seguir sosteniendo cultivos como el palto, con un importante requerimiento hídrico, que podría estar implicando una menor disponibilidad para el consumo humano, como es el caso de la Provincia de Petorca en la región de Valparaíso”, se lee en el estudio de Fundación Terram.
Miranda comenta además, que lo que dice la asociación de palteros es falso, ya que “ellos siempre citan unos estudios que no tienen la evidencia clara para que se establezca que sean carbono positivos”.
“Puede que los paltos cuando estén adultos absorban carbono, pero no hay una consideración de todo lo que se emitió en el proceso de deforestación que se genera previamente a las plantaciones de estos frutos, como es por ejemplo la extracción y deforestación de bosques y matorrales esclerófilos y espinosos”, dice la geógrafa.
La tala de bosques, la destrucción de praderas y matorrales, y el desmonte de cerros para la producción intensiva de frutales, eliminan sumideros de carbono atmosférico contribuyendo con esto al calentamiento global.
Estudio Erosión de Suelos y Crisis Hídrica: Las sombras del modelo agroexportador del palto (2018).
“En la vegetación nativa hay todo un proceso para que se pueda absorber CO2 y cuando eso se deforesta (se saca) esa vegetación, hay en ese periodo inicial una emisión importante de dióxido de carbono hacia la atmósfera”, agrega Fernanda Miranda.
¿Qué consiguen las empresas al ser carbono positivos?
Fast Check CL conversó con el agrónomo Juan Luis Celis, docente en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Valparaíso, miembro de la Sociedad de Ecología de Chile (SOCECOL), quien nos comentó sobre los diferentes beneficios que consiguen las empresas al ser catalogadas con “carbono positivo”.
“Para mitigar el calentamiento global, hay que hacerlo según el último Acuerdo de París, el cual busca bajar las emisiones de carbono de la atmósfera.
Entonces, hay una presión muy fuerte para que las empresas sean carbono neutral y, las que son positivas, se ven muy beneficiadas, porque al final pueden compensar o vender eso a empresas que son negativas y hacer un segundo negocio”, manifiesta el agrónomo.
Según indica en su página web, la certificadora de carbono en empresas, CarboNeutral, dentro de los beneficios que tiene el negocio neutral de emisiones de carbono, se encuentra incrementar los ingresos; reducir costos, debido al cambio de comportamiento en actividades de alta emisión; involucrar a las partes interesadas; y reducir riesgos, en relación a una posible regulación futura que imponga impuestos al carbono.
Juan Luis Celis además agrega que es difícil que una empresa sea considerada como carbono positiva, por eso se quedan en la categoría neutral, ya que es más “rentable”.
“La empresa cuantifica sus procesos de cuánto carbono emite en toda su cadena de producción, por ejemplo, si exporta algo, el carbono que se emite en los barcos que se mueven de un lado a otro, cuánto papel gasta, etc.
Con todos estos procesos, hace el balance y le va a salir muy positivo, o sea que, va a salir que emite mucho a la atmósfera”, señala Celis, también investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad.
Respecto a la aseveración de la Asociación Gremial de Palteros, Celis coincide con los otros expertos entrevistados en este reportaje, aludiendo que lo que dice el gremio no es correcto, debido a que “de partida hay muy pocas cuantificaciones reales de cuánto carbono hay en Chile”.
“Cuando uno ara el suelo, lo modifica para sistemas agrícolas, el carbono que se libera es un montón y no es compensado con la planta que crece ahí. Entonces, si piensas en cultivos de paltos, sobretodo palto en ladera que es el mayor problema, donde tú borras un ecosistema original que, probablemente tiene un suelo muy rico en carbono más toda una biomasa vegetal, al final se pierde más carbono del que salvaste”.
Juan Luis Celis, agrónomo.
Mauricio Ceballos, vocero de Greenpeace en Chile, también hace un énfasis en lo que había antes de la plantación de paltas, ya que “sí había bosque nativo, que es la mayoría de los casos, con ese acto de cambiar el uso de suelo ya liberaste una enorme cantidad de gases de efecto invernadero que estaban capturadas en ese bosque”.
Además, Ceballos recalca que se tiene que considerar que cuando estas plantas mueren no tienen la misma capacidad, que el bosque nativo para adaptarse a la falta de agua. “En ese sentido, los paltos que mueren se convierten nuevamente en emisores de gases de efecto invernadero a la atmósfera”, agrega.
Las cosas no son como la cuentan los palteros
Fast Check CL también se comunicó vía correo elecrónico con Felipe Sepúlveda, CEO de CarboNeutral, que cumple como certificadora de empresas en temas de carbono y perteneciente al programa de gestión de carbono nacional, Huella Chile, del Ministerio del Medio Ambiente.
Sepúlveda aclara que científicamente debiera sólo decirse carbono negativo, debido a que el resultado de emisiones menos reducciones es menor que cero, pero los términos se usan como positivo para decir que es bueno con el medio ambiente.
Respecto a lo que dice el gremio paltero, en la voz de Francisco Contardo, señala que para hacer ese tipo de declaraciones, “hay que hacer el cálculo de la huella de carbono en el ciclo de vida del producto. En el caso de la palta, en general los resultados de C02e por kilo de palta tienen a ser superior a 0, por lo tanto sí tienen una huella de carbono, y mucha de esa palta fue producida en lugares donde hubo deforestación de flora nativa, lo que genera aún mayores emisiones, independiente de que el árbol en sí capture carbono.
Además, hay que sumarle todas las emisiones por el uso de fertilizantes, pesticidas, procesamiento en packing, embalaje, transporte terrestre a puerto, transporte marítimo o aéreo a mercados internacionales, uso de la palta, y el fin de vida como residuo.
Todo eso hace que, en general, (la palta) sí tenga una huella de carbono superior a cero, por lo tanto no podrían hacer un discurso de carbono positivo, salvo que lo demuestren con un estudio realizado por una tercera parte independiente y que haya sido verificado externamente y tengan algún certificado al respecto”.
Conclusión
Tras recabar toda la información, Fast Check CL declara #fake la postura de ser “carbono positivos” que tiene la Asociación Gremial de Palteros y dichos como “la palta es la única fruta en Chile con huella de carbono positivo“, ya que hay una serie de incongruencias demostradas en este reportaje, a través de la conversación con diversos expertos.
Si bien es cierto que el arbusto donde se genera esta fruta permite capturar CO2, según el estudio del INIA del año 2010, base para aseverar que son carbono positivos, no se indica nada sobre la deforestación y el cambio de suelo, lo que significa una importante cantidad de emisión de dióxido de carbono hacia la atmósfera, que no fue contabilizada.
Otro punto importante, es que el gremio no consideró elementos que influyen en la huella de carbono, como el transporte del producto, el uso de fertilizantes, el uso de la fruta y el fin de su ciclo.
Por otro lado, un factor importante también es el impacto de este cultivo en la huella hídrica, ya que el palto es un cultivo que demanda mucha agua para subsistir, en momentos que Chile sufre la sequía más importante de su historia.
Sumado a lo anterior, también falta una actualización del informe del INIA, ya que en diez años el medio ambiente nacional ha sufrido grandes cambios en su flora y fauna. Incluso, aún no se obtiene un estudio real que cuantifique la emisión de carbono en todo Chile, según lo que comenta el agrónomo Juan Luis Celis.
Celis, quien también participó en la primera medición (2018) de CO2 en bosque nativo en Chile, precisa que hay varios estudios “indirectos” respecto a la emisión de carbono, pero falta hacer investigaciones “directas” respecto a las huella de carbono a nivel macro.
2050: El año en que Chile espera ser carbono neutral
30 años faltan para cumplir la meta que propuso el gobierno durante la COP 25 realizada en 2019. El objetivo del Ejecutivo es ser el primer país en vías de desarrollo en lograr ser carbono neutral.
Según consigna El Mercurio, lo que planteó el gobierno de Sebastián Piñera el año pasado fue que Chile pueda ser capaz de absorber tanto dióxido de carbono (CO2) como el que genera, lo que significa una reducción al impacto medioambiental de cero.
Siguiendo lo que manifestó la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt para el diario, “el primer foco estará puesto en la forestación del país, seguido por la electromovilidad, el mejor tratamiento de residuos, el potenciar las energías renovables y el exigir reducciones de emisiones en sectores como la minería. Sin mencionar el plan de descarbonización total que ya comprometió el Gobierno para 2040”.
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