El perro conocido como el «Negro Matapacos» se transformó en un símbolo del Estallido Social, incluso personas realizaron una estatua de él para homenajearlo. Sin embargo, desconocidos que no simpatizan con esta representación amarraron la estatua en una camioneta y la arrastraron por la autopista, lo que terminó con su destrucción.
Por Fast Check CL
El perro conocido como el «Negro Matapacos» se transformó en un símbolo del Estallido Social en Chile, llegando a aparecer nuevamente en las calles de Santiago desde el 18 de octubre de 2019 en grafitis callejeros, poleras, lienzos, banderas, entre otros.
Ante esto, un grupo de personas decidió hacer una estatua en su homenaje, la cual fue emplazada cerca de la Plaza de la Aviación en la comuna de Providencia, lugar habitual de manifestaciones, donde además muchos la visitaban para sacarse fotos junto al perro.
Sin embargo, un grupo de personas que no simpatizó con esta representación, intervino la estatua pintándola de verde en alusión al color institucional de Carabineros de Chile. Esto no duró mucho, ya que fue rápidamente restaurada, sin embargo, fue quemada posteriormente, destruyendo la obra.
Ante esta situación, los manifestantes decidieron restablecer el monumento solo con hojas y flores. Finalmente, un grupo de artistas decidió recuperar la estatua del «Negro Matapacos» y, tras varios días de elaboración, el nuevo monumento fue reincorporado en la Plaza de la Aviación, esta vez hecho de materiales reciclados de las marchas y manifestaciones, como fierro de las rejas destruidas en la ciudad y papel maché, enchapado en láminas de metal.
La noche de ayer, 16 de enero, un grupo de desconocidos (aunque se sospecha, de diversas brigadas o agrupaciones que están en contra de las manifestaciones), amarraron la estatua del perro en una camioneta y la arrastraron por la autopista Costanera. El resultado de este acto fue nuevamente la destrucción del monumento, símbolo de las protestas.
¿Quién fue el «Negro Matapacos»?
Este perro aparecía cada vez que había una marcha de estudiantes en las protestas estudiantiles del año 2011, era quiltro y lo distinguía un pañuelo de color rojo que cubría su cuello.
Su nombre proviene del color de su pelaje y la actitud furiosa del perro cada vez que se acercaba un carabinero, a quienes les ladraba y atacaba.
Según los mismos estudiantes, el «Negro Matapacos» se quedaba junto a ellos durante todas las manifestaciones, aguantando el agua del carro lanza aguas, e incluso los gases de las bombas lacrimógenas que tiraban los efectivos policiales para dispersar las concentraciones.
El «Negro Matapacos» falleció el 2017.